5/05/2019, 19:52
Qué desastre, sí. Qué insensible, también; que se preocupara por la apariencia de un retrato cuando el resto del panfleto expresaba literalmente la penumbra en la que se había sumido la familia Tākoizu.
—En fin, que no nos debes nada. Puedes irte, si quieres.
—¡Madre, por favor! ¡ha venido, tardó, pero está aquí! no lo alejes, por...por favor —dijo, luego se volteó hacia Datsue con una sonrisa—. hay cosas de Soroku-san por todos lados. Seguro que tendrán su aroma, pero, ¿por qué lo preguntas?
—En fin, que no nos debes nada. Puedes irte, si quieres.
—¡Madre, por favor! ¡ha venido, tardó, pero está aquí! no lo alejes, por...por favor —dijo, luego se volteó hacia Datsue con una sonrisa—. hay cosas de Soroku-san por todos lados. Seguro que tendrán su aroma, pero, ¿por qué lo preguntas?