6/05/2019, 00:26
Urami intervino, tras acabar su taza de té.
—El problema es que nuestra familia ha caído en desgracia, Datsue. ¿No leíste lo que dice el decreto?
—Se nos acusa de traidores. De conspiradores. De terroristas. ¿Crees que los otro cuatro Señores del Hierro perderán sus relaciones con los Feudales de cada país por ayudar a unos disidentes? —Datsue tendría que recordar las clases impartidas por Soroku acerca del sistema de los Señores del Hierro. Eran cinco, uno por cada país, de familias descendientes de los primeros 5 firmantes del tratado cuando la nueva era de Oonindo dio comienzo. Es evidente que la institución como entidad debía tener una relación estrecha con los nobles de sus tierras, para lograr mejores acuerdos y que el negocio de la herrería continuara creciendo exponencialmente, desarrollándose, expandiéndose hasta rincones que sin la influencia correcta, resultaba ser todo un desafío alcanzarlos. En otras circunstancias, si los Tākoizu hubieran solicitado una coalición para apoyar a la desterrada de los Kurawa, quizás, otro gallo cantaría, pero no fue el caso—. ya te dije que lo perdimos todo. Hasta el nombre de mi familia, y el apoyo que conlleva ser bisnieta de Lord Yunkai.
—El problema es que nuestra familia ha caído en desgracia, Datsue. ¿No leíste lo que dice el decreto?
—Se nos acusa de traidores. De conspiradores. De terroristas. ¿Crees que los otro cuatro Señores del Hierro perderán sus relaciones con los Feudales de cada país por ayudar a unos disidentes? —Datsue tendría que recordar las clases impartidas por Soroku acerca del sistema de los Señores del Hierro. Eran cinco, uno por cada país, de familias descendientes de los primeros 5 firmantes del tratado cuando la nueva era de Oonindo dio comienzo. Es evidente que la institución como entidad debía tener una relación estrecha con los nobles de sus tierras, para lograr mejores acuerdos y que el negocio de la herrería continuara creciendo exponencialmente, desarrollándose, expandiéndose hasta rincones que sin la influencia correcta, resultaba ser todo un desafío alcanzarlos. En otras circunstancias, si los Tākoizu hubieran solicitado una coalición para apoyar a la desterrada de los Kurawa, quizás, otro gallo cantaría, pero no fue el caso—. ya te dije que lo perdimos todo. Hasta el nombre de mi familia, y el apoyo que conlleva ser bisnieta de Lord Yunkai.