13/05/2019, 17:54
Oh, pero para Datsue el reencuentro no era suficiente. Aun tenía algo entre manos.
Lo que pidió luego le sorprendió bastante a Nahana. En un principio se oyó como una recriminación bastante egoísta, aunque luego desechó cualquier indicio de ira y aguardó a escuchar la petición en plenitud. Datsue le pedía nada más y nada menos que le permitiese forjarse un arma, en la mismísima fragua de Soroku.
La nostalgia le invadió. Estaba apagada por el luto que le debían a ese hombre, a su amado, si es que estaba realmente muerto. Pero entonces pensó en lo que habría querido Soroku realmente. Desde luego no que su legado muriera de forma material junto a su cuerpo. Todo menos eso.
Y quien mejor que su prodigio estrella, para encender la voluntad del Herrero una vez más.
—-Enciendela. Yo te voy a ayudar.
Lo que pidió luego le sorprendió bastante a Nahana. En un principio se oyó como una recriminación bastante egoísta, aunque luego desechó cualquier indicio de ira y aguardó a escuchar la petición en plenitud. Datsue le pedía nada más y nada menos que le permitiese forjarse un arma, en la mismísima fragua de Soroku.
La nostalgia le invadió. Estaba apagada por el luto que le debían a ese hombre, a su amado, si es que estaba realmente muerto. Pero entonces pensó en lo que habría querido Soroku realmente. Desde luego no que su legado muriera de forma material junto a su cuerpo. Todo menos eso.
Y quien mejor que su prodigio estrella, para encender la voluntad del Herrero una vez más.
—-Enciendela. Yo te voy a ayudar.