19/05/2019, 21:48
Tan enigmático como podía ser Daseru a veces, le hizo saber a Kaido que estaba equivocado. Que si tiempo en la superficie aún no había acabado. El escualo frunció el ceño, confuso, tratando de mantener la compostura.
Nadar, nadar; sin que nada te perturbe. Nadar, nadar, sin mirar atrás.
Tras largas horas de nado continuo, Kaido amenizó el ritmo cuando Daseru volvió a hablarle. Para entonces ya se había descalzado las sandalias ninjas y la camisa, para evitar mayor resistencia durante su sumersión.
—¿Tienes hambre, Kaido?
—Algo. ¿Cuánto falta?
Nadar, nadar; sin que nada te perturbe. Nadar, nadar, sin mirar atrás.
. . .
Tras largas horas de nado continuo, Kaido amenizó el ritmo cuando Daseru volvió a hablarle. Para entonces ya se había descalzado las sandalias ninjas y la camisa, para evitar mayor resistencia durante su sumersión.
—¿Tienes hambre, Kaido?
—Algo. ¿Cuánto falta?