5/11/2015, 18:12
Quizás el comentario de Blame había llegado a tocar la fibra sensible del shinobi que tenía en frente, pues éste al contestarle ni tan siquiera se dignó a llamarlo por su nombre. Dando por descartado que fuese cosa de la singularidad de su nombre, anteriormente lo había pronunciado, denotaba un claro desprecio, o acentuación hacia su seriedad.
«Si supieses la verdad...»
Pero la verdad llega con el tiempo. Dos semanas, un mes, diez años, tres décadas... daba igual. En algún momento se daría cuenta de la verdad con la que Blame combatía día a día. En algún momento debería afrontarla, pero al igual que el resto, se negaba a aceptarlo.
Blame acentuó mas su sonrisa, y se abstuvo de comentar lo que verdaderamente pensaba. Tan solo habría conseguido un conflicto con un shonobi de una aldea aliada, eso no era bueno... o al menos no en la forma que obviamente iba a acabar; con la muerte de uno de los dos.
Habiendo intentado suavizar la situación, el de cabellera color azabache dejó clara su decisión.
— Meh. Creo que debería irme —
El albino aprovechó el momento para levantarse. Guardó las manos en los bolsillos, y conservó su calma y su sonrisa. Nada parecía capaz de perturbarlo.
—Bueno, como desees, Pino. Todo un placer haberte conocido...— Contestó.
No tenía intención alguna de retenerlo, si quería irse era libre. Por otro lado... podía matarlo ahí y ahora. ¿Pero de qué serviría? Salvarlo sin que se diese cuenta de la verdad era algo demasiado trivial. Prefería que él mismo se diese cuenta, ya después lo salvaría. Primero había de sufrir un poco.
—Yo continuo entonces con mi dibujo.—
«Si supieses la verdad...»
Pero la verdad llega con el tiempo. Dos semanas, un mes, diez años, tres décadas... daba igual. En algún momento se daría cuenta de la verdad con la que Blame combatía día a día. En algún momento debería afrontarla, pero al igual que el resto, se negaba a aceptarlo.
Blame acentuó mas su sonrisa, y se abstuvo de comentar lo que verdaderamente pensaba. Tan solo habría conseguido un conflicto con un shonobi de una aldea aliada, eso no era bueno... o al menos no en la forma que obviamente iba a acabar; con la muerte de uno de los dos.
Habiendo intentado suavizar la situación, el de cabellera color azabache dejó clara su decisión.
— Meh. Creo que debería irme —
El albino aprovechó el momento para levantarse. Guardó las manos en los bolsillos, y conservó su calma y su sonrisa. Nada parecía capaz de perturbarlo.
—Bueno, como desees, Pino. Todo un placer haberte conocido...— Contestó.
No tenía intención alguna de retenerlo, si quería irse era libre. Por otro lado... podía matarlo ahí y ahora. ¿Pero de qué serviría? Salvarlo sin que se diese cuenta de la verdad era algo demasiado trivial. Prefería que él mismo se diese cuenta, ya después lo salvaría. Primero había de sufrir un poco.
—Yo continuo entonces con mi dibujo.—