22/05/2019, 02:26
Shunsuke trastabilló respecto a lo de perderse, que en aquello no podía negarlo. Sin embargo, sacudió la cabeza, pues le estaban desviando del tema. Lo segundo no quitaba lo primero.
Kid empuñó ambas manos, lanzándole una mirada fulminante tanto al Uchiha como al Takanashi. Aunque seguramente ninguno de los dos iba a entender bien a que se debía aquella furia. El alguacil echó a correr, mientras Mano Cortada retrocedía unos pasos.
Shunsuke pegó un brinco para atrás.
—¡Explícate ahora!— Resopló cómo un toro. Ahí iba de nuevo queriendo pasarse de chulo. —También me dijeron que interferiste con la carrera y usaste makibishis para atacar al caballo de Bandō. ¿Dónde está Shishio y el arma? ¡Habla antes de que te arranque los genitales para dárselos de comer a los perros mientras te amarro para que veas!— Sus ojos parecían que iban a salirse de sus cuencas.
—¡¡Woah, woah, woah!!— Alzó ambas manos en gesto conciliador, negando con la cabeza y retrocediendo otro par de pasos. —Era un plan perfecto, mi colega y yo teníamos las habilidades específicas para acabar con ustedes. Se suponía que mi compañero Asobu iba a acabar con él, pero Shishio nunca dio señales de vida. Tú no habías dado señales de vida en años, pero de todos modos yo estaba aquí para liquidarte explícitamente a ti en caso de que aparecieras.... Pero ya no eres mi enemigo y no tengo razones para exterminarte.
—¿¡Qué dic-!?
—QUE NADIE INTERRUMPA— Acalló a cualquiera que quisiese decir algo. —Termina de hablar y no omitas ningún detalle.
El increpado Shunsuke pegó ambos brazos al cuerpo.
—¡Este mocoso de ojos rojos causó un incendio en el templo y luego intentó usar un Baku Suishōha para apagarlo! El otro niño intentó refrenarlo y luego el templo se vino abajo. Yo fui quién atacó el templo e intentó robar el arma y venderla en el mercado negro, yo ataqué Shirotora porque quería exigirle explicaciones a él porque creí que estaba tramando algo— Señaló a Datsue. —PERO YO NO HERÍ AL CABALLO— Confesó todo, tal cual.
—¿¡Qué el templo qué!?
—¿¡Qué el templo qué!?
Shunsuke se tensó y se puso en guardia, esperando que Kid se le lanzase a la yugular, pero eso no ocurrió.
—¿¡Quieres decir que los esfuerzos de cuarenta años se han ido al diablo en un día!?— Se jaló las rastas y luego su mirada se llenó de ira, pero esta vez, la mirada iba dirigida a Datsue.
—Rōga no atacaría a Datsue, ¡él trabaja para Shishio!— Envalentonado por tener ahora a dos shinobis a su lado, se atrevió a acercarse a Shunsuke.
—YO NO SOY UN MENTIROSO. Pagaré por lo que quieran pero no por lo que no hice.
—¿¡Qué no eres mentiroso!?— Kid apretó los dientes. —Pedazo de sinvergüenza, ¡eso es lo que eres!
Kid pegó un salto y luego otro, aprovechando que mano cortada se interponía en el campo visual frontal de Shunsuke, rodeándo por el lado derecho donde no tenía visión, empuñando la mano para golpearle la cara. El tuerto se sobresaltó y trató de girarse para interceptar el puñetazo con el antebrazo, lo cuál resultó en un sonoro crack.
Por un instante, tardó en reaccionar, para luego....
—¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!— ...aullar de dolor y saltar unos tres metros hacia atrás, sujetándose el brazo derecho con la zurda mientras veía con su única pupila contraída su ahora quebrado antebrazo.
—¿Eliminarme a mí? A ver, inténtalo— Amenazó, no sin perder de vista al clon.
Mano Cortada se pegó a Datsue, susurrando.
—Lo que él dice, ¿es cierto?
Lo que si ere verdad, es que el Datsue real estaba justo por llegar a la escena.
Kid empuñó ambas manos, lanzándole una mirada fulminante tanto al Uchiha como al Takanashi. Aunque seguramente ninguno de los dos iba a entender bien a que se debía aquella furia. El alguacil echó a correr, mientras Mano Cortada retrocedía unos pasos.
Shunsuke pegó un brinco para atrás.
—¡Explícate ahora!— Resopló cómo un toro. Ahí iba de nuevo queriendo pasarse de chulo. —También me dijeron que interferiste con la carrera y usaste makibishis para atacar al caballo de Bandō. ¿Dónde está Shishio y el arma? ¡Habla antes de que te arranque los genitales para dárselos de comer a los perros mientras te amarro para que veas!— Sus ojos parecían que iban a salirse de sus cuencas.
—¡¡Woah, woah, woah!!— Alzó ambas manos en gesto conciliador, negando con la cabeza y retrocediendo otro par de pasos. —Era un plan perfecto, mi colega y yo teníamos las habilidades específicas para acabar con ustedes. Se suponía que mi compañero Asobu iba a acabar con él, pero Shishio nunca dio señales de vida. Tú no habías dado señales de vida en años, pero de todos modos yo estaba aquí para liquidarte explícitamente a ti en caso de que aparecieras.... Pero ya no eres mi enemigo y no tengo razones para exterminarte.
—¿¡Qué dic-!?
—QUE NADIE INTERRUMPA— Acalló a cualquiera que quisiese decir algo. —Termina de hablar y no omitas ningún detalle.
El increpado Shunsuke pegó ambos brazos al cuerpo.
—¡Este mocoso de ojos rojos causó un incendio en el templo y luego intentó usar un Baku Suishōha para apagarlo! El otro niño intentó refrenarlo y luego el templo se vino abajo. Yo fui quién atacó el templo e intentó robar el arma y venderla en el mercado negro, yo ataqué Shirotora porque quería exigirle explicaciones a él porque creí que estaba tramando algo— Señaló a Datsue. —PERO YO NO HERÍ AL CABALLO— Confesó todo, tal cual.
—¿¡Qué el templo qué!?
—¿¡Qué el templo qué!?
Shunsuke se tensó y se puso en guardia, esperando que Kid se le lanzase a la yugular, pero eso no ocurrió.
—¿¡Quieres decir que los esfuerzos de cuarenta años se han ido al diablo en un día!?— Se jaló las rastas y luego su mirada se llenó de ira, pero esta vez, la mirada iba dirigida a Datsue.
—Rōga no atacaría a Datsue, ¡él trabaja para Shishio!— Envalentonado por tener ahora a dos shinobis a su lado, se atrevió a acercarse a Shunsuke.
—YO NO SOY UN MENTIROSO. Pagaré por lo que quieran pero no por lo que no hice.
—¿¡Qué no eres mentiroso!?— Kid apretó los dientes. —Pedazo de sinvergüenza, ¡eso es lo que eres!
Kid pegó un salto y luego otro, aprovechando que mano cortada se interponía en el campo visual frontal de Shunsuke, rodeándo por el lado derecho donde no tenía visión, empuñando la mano para golpearle la cara. El tuerto se sobresaltó y trató de girarse para interceptar el puñetazo con el antebrazo, lo cuál resultó en un sonoro crack.
Por un instante, tardó en reaccionar, para luego....
—¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!— ...aullar de dolor y saltar unos tres metros hacia atrás, sujetándose el brazo derecho con la zurda mientras veía con su única pupila contraída su ahora quebrado antebrazo.
—¿Eliminarme a mí? A ver, inténtalo— Amenazó, no sin perder de vista al clon.
Mano Cortada se pegó a Datsue, susurrando.
—Lo que él dice, ¿es cierto?
Lo que si ere verdad, es que el Datsue real estaba justo por llegar a la escena.