23/05/2019, 20:47
El Uchiha frunció el ceño. Ese súbito cambio de actitud, esa manera en que de pronto se entregaba, cuando momentos antes no hubiese dado su brazo ni suplicando por ello, le hizo desconfiar. Y esa sonrisa era de lo más sospechosa.
Suerte que era un clon. Si se le daba por atacarle a traición, como Roga, lo único que le pasaría sería que desaparecería en una nube de humo.
—Muy bien —Caminó decidido hacia él—. Las manos hacia la espalda, caballero. —Le tomó de ambas muñecas y se las colocó tras la cintura. Luego se acordó que no tenía jodidas esposas.
«Ah, pero tengo…» Oh, sí. Tenía un regalito.
—Venga, vamos —dijo, empujándole y sin soltarle las muñecas. Caminaría detrás suya durante todo el trayecto—. Y tú también, Shunsuke. A prisión que me vais los dos.
Lo primero que miró Datsue fue la bolsa, creyendo que allí hallaría la pasta. Se equivocó. Lo único que había era carbón. «¿Qué cojones…? ¿Quién guarda carbón en una caja fuerte?» Aquello le había dejado extrañado, muy extrañado.
«¡El dinero! ¡El dinero!» Las manos le temblaban. Sudaba. Sudaba a chorros, y el corazón le iba a mil por hora. Sino estaba en la bolsa, debería de estar…
… el maletín.
—Oh, no. Oh, no. Ohnoohnoohsíohsí, OH, SÍ, PEQUEÑA, DÁMELO TODO. ¡DÁMELO TODO COMO TÚ SABES! ¡Jaaaajiajiajiajiajia! ¡Jaaaaaajiajiajiajia! ¡¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÁ!
Aquella visión le sentó mejor que una buena paja.
Le sentó mejor que un buen polvo.
Le sentó, incluso, mejor que una buena mamada. «Bueno, bueno. Tampoco nos pa… Bueno, ¡qué coño! ¡Qué sí joder, que sí!»
Nunca, nunca en la vida había sonreído de tanta felicidad. Quería gritar. Quería chillar de puro júbilo. Quería darle besos a Bando. A Arashi. Al jodido Kid. ¡A Homura, si hacía falta! ¡Sí, a Homura también!
—¡Vamos! ¡¡Vamos!! ¡¡¡VAAAMOOOOS!!!
Pero tenía que ser inteligente. Acababa de sentir como uno de sus clones había usado una cantidad importante de chakra. Quizá, por estar en problemas. Debía asegurar su botín. Enterrarlo en una isla desierta, cual pirata.
Suerte que sabía de Fuuinjutsu.
Pero antes, a comprobar que estaba todo. Todavía recordaba cómo una vez, junto a su hermano Akame, le habían entregado un maletín plagado de billetes y los muy tontos no lo habían revisado, viendo más tarde que estaba vacío. El Uchiha tomó unos cuantos fajos, palpando el papel y poniéndolo a contraluz para verificar que eran auténticos.
Una vez hecho esto, cerró el maletín, lo colocó en el suelo, y tras realizar unos pocos sellos hizo uso del Ippan no Fuinjutsu para sellárselo donde siempre debería haber estado: en su corazón.
Dio media vuelta, corrió hasta Roga y quitó el sello para liberarle de las vendas. Era hora de irse. Era hora de…
—Hmm… —Pero Datsue era un chico demasiado curioso. ¿Una caja fuerte doble? ¿Qué podría haber tan importante como para meterle un doble seguro?
«Vamos, vamos. Solo una ojeada rápida, antes de que venga Arashi.»
Sacó el último juego de ganzúas que le quedaban, tratando de forzar la puerta inferior adicional.
Ambos clones de fuego suyos, mientras tanto, los había enviado a la puerta, quedándose junto al Roga inconsciente.
1 AO
Suerte que era un clon. Si se le daba por atacarle a traición, como Roga, lo único que le pasaría sería que desaparecería en una nube de humo.
—Muy bien —Caminó decidido hacia él—. Las manos hacia la espalda, caballero. —Le tomó de ambas muñecas y se las colocó tras la cintura. Luego se acordó que no tenía jodidas esposas.
«Ah, pero tengo…» Oh, sí. Tenía un regalito.
—Venga, vamos —dijo, empujándole y sin soltarle las muñecas. Caminaría detrás suya durante todo el trayecto—. Y tú también, Shunsuke. A prisión que me vais los dos.
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Lo primero que miró Datsue fue la bolsa, creyendo que allí hallaría la pasta. Se equivocó. Lo único que había era carbón. «¿Qué cojones…? ¿Quién guarda carbón en una caja fuerte?» Aquello le había dejado extrañado, muy extrañado.
«¡El dinero! ¡El dinero!» Las manos le temblaban. Sudaba. Sudaba a chorros, y el corazón le iba a mil por hora. Sino estaba en la bolsa, debería de estar…
… el maletín.
—Oh, no. Oh, no. Ohnoohnoohsíohsí, OH, SÍ, PEQUEÑA, DÁMELO TODO. ¡DÁMELO TODO COMO TÚ SABES! ¡Jaaaajiajiajiajiajia! ¡Jaaaaaajiajiajiajia! ¡¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÁ!
Aquella visión le sentó mejor que una buena paja.
Le sentó mejor que un buen polvo.
Le sentó, incluso, mejor que una buena mamada. «Bueno, bueno. Tampoco nos pa… Bueno, ¡qué coño! ¡Qué sí joder, que sí!»
Nunca, nunca en la vida había sonreído de tanta felicidad. Quería gritar. Quería chillar de puro júbilo. Quería darle besos a Bando. A Arashi. Al jodido Kid. ¡A Homura, si hacía falta! ¡Sí, a Homura también!
—¡Vamos! ¡¡Vamos!! ¡¡¡VAAAMOOOOS!!!
Pero tenía que ser inteligente. Acababa de sentir como uno de sus clones había usado una cantidad importante de chakra. Quizá, por estar en problemas. Debía asegurar su botín. Enterrarlo en una isla desierta, cual pirata.
Suerte que sabía de Fuuinjutsu.
Pero antes, a comprobar que estaba todo. Todavía recordaba cómo una vez, junto a su hermano Akame, le habían entregado un maletín plagado de billetes y los muy tontos no lo habían revisado, viendo más tarde que estaba vacío. El Uchiha tomó unos cuantos fajos, palpando el papel y poniéndolo a contraluz para verificar que eran auténticos.
Una vez hecho esto, cerró el maletín, lo colocó en el suelo, y tras realizar unos pocos sellos hizo uso del Ippan no Fuinjutsu para sellárselo donde siempre debería haber estado: en su corazón.
Dio media vuelta, corrió hasta Roga y quitó el sello para liberarle de las vendas. Era hora de irse. Era hora de…
—Hmm… —Pero Datsue era un chico demasiado curioso. ¿Una caja fuerte doble? ¿Qué podría haber tan importante como para meterle un doble seguro?
«Vamos, vamos. Solo una ojeada rápida, antes de que venga Arashi.»
Sacó el último juego de ganzúas que le quedaban, tratando de forzar la puerta inferior adicional.
Ambos clones de fuego suyos, mientras tanto, los había enviado a la puerta, quedándose junto al Roga inconsciente.
1 AO
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado