23/05/2019, 22:47
Azuma Jiro asintió, evidentemente poco complacido con aquella respuesta tan genérica pero restringido por las normas de cortesía entre colegas que no tenían demasiada confianza e incapaz de preguntar más.
—Comprendo, Manase-san. Gracias por su respuesta, siempre tan atento. Respecto a la misión, me comunicaron que tendría un compañero, y que debe presentarse mañana a mediodía en las puertas de la Villa para tomar el transporte hacia su destino. Que tenga un buen día.
Sin mayor demora, El Recadero se despidió con una formal reverencia y se dio media vuelta, emprendiendo de nuevo el camino hacia su siguiente destinatario. Mogura tendría entonces todo el día y parte de la mañana del siguiente para prepararse, hacer el petate —según el pergamino de misión, Villa Hokubu cubría los gastos de manutención, así que no tendría que preocuparse por llevar provisiones— y, si lo consideraba oportuno, quizás pasarse por la Armería de la Aldea para coger prestado algo de equipamiento.
—Comprendo, Manase-san. Gracias por su respuesta, siempre tan atento. Respecto a la misión, me comunicaron que tendría un compañero, y que debe presentarse mañana a mediodía en las puertas de la Villa para tomar el transporte hacia su destino. Que tenga un buen día.
Sin mayor demora, El Recadero se despidió con una formal reverencia y se dio media vuelta, emprendiendo de nuevo el camino hacia su siguiente destinatario. Mogura tendría entonces todo el día y parte de la mañana del siguiente para prepararse, hacer el petate —según el pergamino de misión, Villa Hokubu cubría los gastos de manutención, así que no tendría que preocuparse por llevar provisiones— y, si lo consideraba oportuno, quizás pasarse por la Armería de la Aldea para coger prestado algo de equipamiento.