7/11/2015, 00:58
El chico estaba decidido. Salvarla era la mejor opción, y ya no había marcha atrás. Salvaría primero a la chica y tras ella salvaría a aquél que se escondía. Fuesen muchos o pocos, ya iría actuando conforme la situación cambiase. Adaptarse a la situación era parte de su oficio... o de su vida, pues su oficio ya había quedado en un mero trozo de metal sin significado. Ahora no tenía dueño.
Pese a su argumento, la chica pareció no comprender lo favorable de su situación. Parecía haber entendido que su oferta era a causa del dolor físico... que inocente. El albino ladeó de nuevo el rostro al escuchar su respuesta, y dejó caer el brazo que portaba la espada a peso de plomo, hasta que ésta se hincó en el suelo. Con toda la tranquilidad del mundo, y ante una oponente que se ponía de inmediato en guardia, el chico se llevó la siniestra tras la nuca. Con un gesto de modestia, intentó reflexionar un poco.
—No, no, no... no lo has entendido. No es cosa del dolor físico, o mental... Te voy a salvar de una vida de sufrimiento. Tarde o temprano tus padres te dejarán de lado, tus amigos, tus profesores, tu aldea... Eres un bicho raro, una chica que porta una mascara y mentalmente inestable... no eres agradable para el resto, y como comprendo esa sensación... te voy a librar de ella. Puedes echarme las culpas... ese es el verdadero significado de mi nombre. Blame, al que culpar.—
Sin mas que añadir, pues ahora su presa sabía el motivo, el albino alzó de nuevo su diestra, encarando el filo de su Kodachi hacia la pelirroja. Era obvio su propósito, su mentalidad, y su objetivo.
Con un fuerte movimiento, desvió de nuevo su brazo, ésta vez moviendolo hacia su derecha. Habría claramente un hueco en su defensa, y mantenía una posición que para nada parecía una pose de guardia, pero estaba preparado. Quizás la chica fuese kunoichi, o lo que quisiera... el chico sin embargo jugaba con una ventaja, estaba adiestrado pese a no llevar visible una bandana de metal.
—¿Crees en algún dios?— Preguntó con descaro.
De nuevo, su piel comenzó a regurgitar una sustancia negra como una noche de invierno. Numerosas burbujas de lo que parecía ser su chakra, pero que lejos de ser tan solo visible parecía adherirse a su piel formando una gruesa capa negra. Aún no se podía apreciar su verdadera forma, pero comenzaba a recubrir todo su cuerpo por completo.
—PV: 104
—CK: 138 -18 = 120
—Objetos:
* Ninguna AO *
Pese a su argumento, la chica pareció no comprender lo favorable de su situación. Parecía haber entendido que su oferta era a causa del dolor físico... que inocente. El albino ladeó de nuevo el rostro al escuchar su respuesta, y dejó caer el brazo que portaba la espada a peso de plomo, hasta que ésta se hincó en el suelo. Con toda la tranquilidad del mundo, y ante una oponente que se ponía de inmediato en guardia, el chico se llevó la siniestra tras la nuca. Con un gesto de modestia, intentó reflexionar un poco.
—No, no, no... no lo has entendido. No es cosa del dolor físico, o mental... Te voy a salvar de una vida de sufrimiento. Tarde o temprano tus padres te dejarán de lado, tus amigos, tus profesores, tu aldea... Eres un bicho raro, una chica que porta una mascara y mentalmente inestable... no eres agradable para el resto, y como comprendo esa sensación... te voy a librar de ella. Puedes echarme las culpas... ese es el verdadero significado de mi nombre. Blame, al que culpar.—
Sin mas que añadir, pues ahora su presa sabía el motivo, el albino alzó de nuevo su diestra, encarando el filo de su Kodachi hacia la pelirroja. Era obvio su propósito, su mentalidad, y su objetivo.
Con un fuerte movimiento, desvió de nuevo su brazo, ésta vez moviendolo hacia su derecha. Habría claramente un hueco en su defensa, y mantenía una posición que para nada parecía una pose de guardia, pero estaba preparado. Quizás la chica fuese kunoichi, o lo que quisiera... el chico sin embargo jugaba con una ventaja, estaba adiestrado pese a no llevar visible una bandana de metal.
—¿Crees en algún dios?— Preguntó con descaro.
De nuevo, su piel comenzó a regurgitar una sustancia negra como una noche de invierno. Numerosas burbujas de lo que parecía ser su chakra, pero que lejos de ser tan solo visible parecía adherirse a su piel formando una gruesa capa negra. Aún no se podía apreciar su verdadera forma, pero comenzaba a recubrir todo su cuerpo por completo.
Estado de Blame
—PV: 104
—CK: 138 -18 = 120
—Objetos:
- Bandana ninja [Cintura]
- Portaobjetos básico (4/10) [Pierna derecha]
- Kodachi (1) [Enfundada a la altura de los riñones]
- Hilo shinobi (1) [Portaobjetos]
- Shuriken (2) [Portaobjetos]
- Bomba de humo (1) [Portaobjetos]
- Mecanismo oculto de kunai (1) [Antebrazo derecho]
- Kunai (1) [Mecanismo oculto de kunai]
* Ninguna AO *