24/05/2019, 16:14
Rōga en ningún momento despegó la mirada mientras Datsue pasaba a su lado. Sus ojos afilados, rodeados por la sangre que manaba de su rostro reflejaban una ira contenida en aquella cárcel que tenía forma de niño. Al inicio ni siquiera había entendido porqué el bandolero dijo lo que dijo, pero cuando Datsue mismo se excusó de inocencia, esa fue justamente lo que le hizo darse cuenta de que tenía razón en su pensar de que el Uchiha estaba totalmente consumido por la codicia. No necesitaba escuchar más, porque decidió desde ese momento, se juró que no iba a volver a confiar en una sóla palabra de lo que dijera. "Ni siquiera te importa manipular a un compañero para tus propósitos..." Dudaba enormemente que los detalles que fuese a contarle luego, fuesen los verídicos. Dentro de su cabeza se quedó grabada la imagen de alguien igual de ruin que el propio Asobu.
Shunsuke, sometido hasta el suelo, se resignó a dejarlo ir.
Kid lo ignoró, en esos momentos, su mirada estaba más clavada en Arashi que en otra cosa. Había muchas cosas que tenían que explicarle. ¿Un complot bajo sus propias narices? A pesar de todo, lo que más deseaba el anciano era el bienestar del pueblo y castigar a cualquiera que quiesiese perturbar su paz. La sanfre le hervía, pues aunque si bien conocía un poco de las malas costumbresno pensaba que iba a caer tan bajo para aquello.
Mano cortada enmudeció, pues ya no sabía ni a quién creerle. La esposa del alguacil rompió a llorar.
Kid, estaba expectante, pues aunque no iba a poder echarle las manos encima al culpable, ya tenía otro par de muñecos de prueba en los que pensaba descargar su ira. Tan sólo necesitaba que aquellos clones dejaran de interferir además de aquel patético genin, y entonces iba a ponerse muy fea la situación.
Shunsuke, sometido hasta el suelo, se resignó a dejarlo ir.
Kid lo ignoró, en esos momentos, su mirada estaba más clavada en Arashi que en otra cosa. Había muchas cosas que tenían que explicarle. ¿Un complot bajo sus propias narices? A pesar de todo, lo que más deseaba el anciano era el bienestar del pueblo y castigar a cualquiera que quiesiese perturbar su paz. La sanfre le hervía, pues aunque si bien conocía un poco de las malas costumbresno pensaba que iba a caer tan bajo para aquello.
Mano cortada enmudeció, pues ya no sabía ni a quién creerle. La esposa del alguacil rompió a llorar.
Kid, estaba expectante, pues aunque no iba a poder echarle las manos encima al culpable, ya tenía otro par de muñecos de prueba en los que pensaba descargar su ira. Tan sólo necesitaba que aquellos clones dejaran de interferir además de aquel patético genin, y entonces iba a ponerse muy fea la situación.