26/05/2019, 04:11
(Última modificación: 30/05/2019, 02:10 por Samidare. Editado 1 vez en total.)
Sin esperarse lo que pasaría a continuación, el niño que actualmente se encontraba transformado en un gordo corpulento, era detenido e increpado en la puerta. ¿Tanta mala suerte podría tener?, aunque tenia habilidad con el henge no jutsu, no lo dominaba en su totalidad y no sabia exactamente cuanto tiempo podría mantenerla asi que cualquier contratiempo no le transmitía ni un ápice de tranquilidad.
Luego las cosas se calmaron, y esto tomaría una direccion aun mas impredecible que lo anteriormente sucedido.
El plan parecía ser un éxito, al menos Galen había podido colarse en ese lugar sin ser visto, sin embargo en la puerta las cosas no estaban siendo del todo sencillas. En el caso de Samidare, y para su sorpresa, parecía darse la coincidencia de que en esta sala de apuesta de mala muerte estaban esperando a alguien y en ese momento al rubio lo estaban confundiendo con esa persona. *¿Sera que esto tiene que ver con el ladrón que dijo Galen?. Pero si ese fuese el caso, y la verdadera persona a la que esperaban ya se encontraba adentro, esto podría volverse aun mas complicado de lo que el senju pudo imaginarse en una primera instancia.* Los pensamientos del genin pasaban rápidamente por su cabeza, pero debía de volver a la realidad con rapidez si no quería ser echado a patadas de ese sitio.
-Ciertamente tengo que hablar con su jefe, pero antes tengo que reunirme con uno de mis socios que se encuentra dentro, asi que...¿Me permiten pasar?.- El joven ninja hizo una pausa antes de seguir con su habladuría. -Una vez que encuentre a mi compañero les pediré que me indiquen donde se encuentra su jefe.- Termino de sentenciar el pelirrubio, y una vez completado esto, para bien o para mal los guardias lo dejaron pasar. No sabia si los había logrado engañar completamente, pero al menos permitieron su paso dentro del lugar.
Una vez dentro no sabia a donde dirigirse, perdido el rastro de su actual compañero, y sin saber el rostro del ladrón el cual estaba buscando estaba prácticamente en la misma situacion que una persona que buscara una aguja en un pajar. Por el momento se dedicaba únicamente a caminar por el lugar, mirando embobado sus alrededores, en búsqueda de cualquier cosa que le pudiera llamar la atencion.
Luego las cosas se calmaron, y esto tomaría una direccion aun mas impredecible que lo anteriormente sucedido.
El plan parecía ser un éxito, al menos Galen había podido colarse en ese lugar sin ser visto, sin embargo en la puerta las cosas no estaban siendo del todo sencillas. En el caso de Samidare, y para su sorpresa, parecía darse la coincidencia de que en esta sala de apuesta de mala muerte estaban esperando a alguien y en ese momento al rubio lo estaban confundiendo con esa persona. *¿Sera que esto tiene que ver con el ladrón que dijo Galen?. Pero si ese fuese el caso, y la verdadera persona a la que esperaban ya se encontraba adentro, esto podría volverse aun mas complicado de lo que el senju pudo imaginarse en una primera instancia.* Los pensamientos del genin pasaban rápidamente por su cabeza, pero debía de volver a la realidad con rapidez si no quería ser echado a patadas de ese sitio.
-Ciertamente tengo que hablar con su jefe, pero antes tengo que reunirme con uno de mis socios que se encuentra dentro, asi que...¿Me permiten pasar?.- El joven ninja hizo una pausa antes de seguir con su habladuría. -Una vez que encuentre a mi compañero les pediré que me indiquen donde se encuentra su jefe.- Termino de sentenciar el pelirrubio, y una vez completado esto, para bien o para mal los guardias lo dejaron pasar. No sabia si los había logrado engañar completamente, pero al menos permitieron su paso dentro del lugar.
Una vez dentro no sabia a donde dirigirse, perdido el rastro de su actual compañero, y sin saber el rostro del ladrón el cual estaba buscando estaba prácticamente en la misma situacion que una persona que buscara una aguja en un pajar. Por el momento se dedicaba únicamente a caminar por el lugar, mirando embobado sus alrededores, en búsqueda de cualquier cosa que le pudiera llamar la atencion.