27/05/2019, 10:31
Ebisu enarcó una ceja, molesto ante la actitud dubitativa del genin. «¿¡Pero a qué clase de novato no le hace ilusión estar en un equipo!? ¡Si son todo ventajas! Mejores misiones, un sensei que te ayude a aprender técnicas más rápidamente, cupones de descuento por grupo numeroso en el Amenokami's Pizzería... ¡Bah! Estos genin de hoy día no saben hacer la O con un canuto.» Sin embargo, como Galen había aceptado a ayudarles a llevar a Raitaro al hospital, el chuunin no puso pegas... De momento. ¡No iba a arriesgarse a que aquel genin saliera corriendo y tener que cargar con el pesado vegetal él solo!
—Excelente, excelente Galen-kun. Coge de ahí, ayuda a Samidare-kun, que el pobre tiene menos fuerza que el gobierno de Shinogi-to.
Así, los tres ninjas desarrollaron un tremendo trabajo en equipo, un ejemplo de colaboración y esfuerzo conjunto en pos de alcanzar el noble objetivo de dejar a Raitaro en el primer banco libre que pillasen en urgencias y poder seguir, al fin, con la misión. Durante el camino —bajo la lluvia, claro, lo que les valió empaparse de buena manera al no poder usar paraguas por falta de manos libres—, Ebisu no dijo palabra. Cuando llegaron al hospital, el sensei les pidió que esperaran fuera.
Veinte minutos más tarde, el chuunin apareció por las puertas acristaladas, sacudiéndose las manos y con gesto aliviado.
—Ay, coño, por fin. Qué lata —se quejó—. Bueno, ¿por dónde íbamos? ¡Ah, sí! Estábamos hablando sobre ti, Kori no Galen de Yukio. Pues mira, pasa y resulta que tenemos aquí, Samidare-kun y yo, un bonito pergamino de misión. Una misión de puta madre, ya te lo digo yo, de las que dejan huella en el expediente. ¡Pero! —alzó un dedo objetor—. Hacen falta dos genin para llevarla a cabo. No es por nada eh, Samidare es un mastodonte, figura, crack, monstruo, animal... Etcétera. Pero hacen falta dos, cosas de la burocracia. Así que, ¿qué te parece, eh? ¿Te unes al Dúo Dinámico de Amegakure? Ya te digo que el día de mañana vas a ver la cara de estos mendas en todos los reportes de misiones exitosas y te vas a querer pegar un tajo en los huevos por haber dejado pasar esta oportunidad irrepetible.
—Excelente, excelente Galen-kun. Coge de ahí, ayuda a Samidare-kun, que el pobre tiene menos fuerza que el gobierno de Shinogi-to.
Así, los tres ninjas desarrollaron un tremendo trabajo en equipo, un ejemplo de colaboración y esfuerzo conjunto en pos de alcanzar el noble objetivo de dejar a Raitaro en el primer banco libre que pillasen en urgencias y poder seguir, al fin, con la misión. Durante el camino —bajo la lluvia, claro, lo que les valió empaparse de buena manera al no poder usar paraguas por falta de manos libres—, Ebisu no dijo palabra. Cuando llegaron al hospital, el sensei les pidió que esperaran fuera.
Veinte minutos más tarde, el chuunin apareció por las puertas acristaladas, sacudiéndose las manos y con gesto aliviado.
—Ay, coño, por fin. Qué lata —se quejó—. Bueno, ¿por dónde íbamos? ¡Ah, sí! Estábamos hablando sobre ti, Kori no Galen de Yukio. Pues mira, pasa y resulta que tenemos aquí, Samidare-kun y yo, un bonito pergamino de misión. Una misión de puta madre, ya te lo digo yo, de las que dejan huella en el expediente. ¡Pero! —alzó un dedo objetor—. Hacen falta dos genin para llevarla a cabo. No es por nada eh, Samidare es un mastodonte, figura, crack, monstruo, animal... Etcétera. Pero hacen falta dos, cosas de la burocracia. Así que, ¿qué te parece, eh? ¿Te unes al Dúo Dinámico de Amegakure? Ya te digo que el día de mañana vas a ver la cara de estos mendas en todos los reportes de misiones exitosas y te vas a querer pegar un tajo en los huevos por haber dejado pasar esta oportunidad irrepetible.