2/06/2019, 00:04
(Última modificación: 2/06/2019, 00:04 por Amedama Daruu.)
El señor asintió varias veces frenéticamente.
—Oh, oh, te confundí. Buenas noches buenas noches. A ver, sí, sí, enseguida os ayudo... A veeeeeeeer... —El hombre, ni corto ni perezoso, se chupó el dedo índice de la mano y la levantó. No corría nada de aire. A saber qué es lo que estaba comprobando.
Pero de pronto...
»Cruzáis el puente a la derecha de mi tienda, luego el puente de la derecha y luego el de la izquierda, luego giráis otra vez a la derecha y vais tres veces recto saltándoos esos puentes. ¿O eran dos? Bueno da igual, el caso es que veréis una tienda enorme llena de luces de colores. Esa es la tienda de mi hermano Huan, bueno pues la miráis que está muy cuca. Os dáis la vuelta y volvéis a caminar pasando tres puentes y luego giráis a la derecha, luego otro a la izquierda y al final del todo veréis un hotel muy majo que es bastante acogedor y tienen muchas cosas. Los Hiyobi hacen pollo para comer, pero es del que sobra del día de antes así que el mejor es el de Kazeyobi. Por la noche siempre hay sopa, una sopa que es muy triste porque solo trae sopa pero claro, ¿qué más le vas a pedir a una sopa? La sopa está bastante rica en verdad ahora que lo pienso así que igual no necesita nada más. En fin que ahí está bien y la habitación cuesta muy poco. Sólo tenéis que tener cuidado porque el segundo escalón cruje mucho y un día se va a partir y va a causar una desgracia. En fin, por favor saludad a mi hermano Huan cuando paséis por su tienda. Y cuando lleguéis al hotel preguntáis si habéis visto a Hōse Ryui. Le decís que se pase por aquí que me rompió un plato el otro día y me lo tiene que pagar. Ah también le debe dinero a Huan, qué hijo puta el Hōse Ryui, le voy a partir los dientes y sólo va a comer sopa. ¡DIOS CÓMO ODIO LA SOPA!
El señor del tenderete había apretado los puños, que le temblaban violentamente. Bueno, a decir verdad todo en él temblaba violentamente. Aunque parecía tan frágil como un jarrón de esos que tenía expuestos a punto de romperse en mil pedacitos. No tenía pinta de que al pobre le fuera a ir bien si se peleaba con el tal Hōse Ryui.
—Oh, oh, te confundí. Buenas noches buenas noches. A ver, sí, sí, enseguida os ayudo... A veeeeeeeer... —El hombre, ni corto ni perezoso, se chupó el dedo índice de la mano y la levantó. No corría nada de aire. A saber qué es lo que estaba comprobando.
Pero de pronto...
»Cruzáis el puente a la derecha de mi tienda, luego el puente de la derecha y luego el de la izquierda, luego giráis otra vez a la derecha y vais tres veces recto saltándoos esos puentes. ¿O eran dos? Bueno da igual, el caso es que veréis una tienda enorme llena de luces de colores. Esa es la tienda de mi hermano Huan, bueno pues la miráis que está muy cuca. Os dáis la vuelta y volvéis a caminar pasando tres puentes y luego giráis a la derecha, luego otro a la izquierda y al final del todo veréis un hotel muy majo que es bastante acogedor y tienen muchas cosas. Los Hiyobi hacen pollo para comer, pero es del que sobra del día de antes así que el mejor es el de Kazeyobi. Por la noche siempre hay sopa, una sopa que es muy triste porque solo trae sopa pero claro, ¿qué más le vas a pedir a una sopa? La sopa está bastante rica en verdad ahora que lo pienso así que igual no necesita nada más. En fin que ahí está bien y la habitación cuesta muy poco. Sólo tenéis que tener cuidado porque el segundo escalón cruje mucho y un día se va a partir y va a causar una desgracia. En fin, por favor saludad a mi hermano Huan cuando paséis por su tienda. Y cuando lleguéis al hotel preguntáis si habéis visto a Hōse Ryui. Le decís que se pase por aquí que me rompió un plato el otro día y me lo tiene que pagar. Ah también le debe dinero a Huan, qué hijo puta el Hōse Ryui, le voy a partir los dientes y sólo va a comer sopa. ¡DIOS CÓMO ODIO LA SOPA!
El señor del tenderete había apretado los puños, que le temblaban violentamente. Bueno, a decir verdad todo en él temblaba violentamente. Aunque parecía tan frágil como un jarrón de esos que tenía expuestos a punto de romperse en mil pedacitos. No tenía pinta de que al pobre le fuera a ir bien si se peleaba con el tal Hōse Ryui.
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