8/11/2015, 17:00
Lo que había movido al joven a recorrerse mas de medio mundo era un misterio. No habían sido ordenes o recados de su madre, tampoco era un viaje de placer o unas vacaciones. El joven simplemente sentía dentro de él que tenia que ir hacia ese lugar. Como una extraña fuerza misteriosa, dentro de su corazon, que le decía que tenia que ir a aquel lugar.
Llevaba su gabardina guardada dentro de una mochila, donde ademas portaba algunos cambios de ropa, y algo de comer. Había salido sin saber cuanto iba a durar su viaje. No llevaba la gabardina encima, no por que tuviese calor, si no por que no pretendía mostrar su condición de shinobi. No por que no estuviese orgulloso de ello, si no por que no viaja como tal, si no como una persona llena de curiosidad, y atraída por unas extrañas ruinas abandonadas en un lugar remoto.
—¿Que misterios guardias bajo vuestros muros?¿Que clase de rompecabezas tenéis para mi?¿Por que me habéis llamado?
Preguntaba el joven mientras acariciaba los muros de piedra de aquel ancestral lugar. Su voz resonó por todo le lugar, no había nadie, solo piedra que había aguantado las caricias del viento a lo largo de los años, aunque en aquel momento ni siquiera un suave brisa recorría el lugar. Nada, solo rocas y silencio junto a un joven extranjero que nada sabia sobre aquel lugar.
La mente del joven se llenaba de mas preguntas por momento: ¿quien había vivido allí?¿Por que lo abandonaron?¿paso algo en ese lugar? El rompecabezas era cada vez mas difícil en su mente, y eso solo hacia que avivar una llama en el interior del joven. Una que le instaba a introducirse en lo desconocido y desvelar todos sus misterios, una que le decía que debía adentrarse en el lugar y resolver todas las incógnitas. Una llama que jamas le había dejado rendirse ante ningún puzle o misterio que se le pusiera por delante. Porque ¿qué es la vida si no un gran misterio, un enorme puzle sin resolver?
Apoyo sus dos manos sobre las enormes puertas de madera que servían de entrada al castillo. Las acaricio con cuidado, sintiendo el áspero tacto de la madera, como si aquello fuera a desvelarle algún secreto. Y entonces empujo, con toda la fuerza que pudo.
Llevaba su gabardina guardada dentro de una mochila, donde ademas portaba algunos cambios de ropa, y algo de comer. Había salido sin saber cuanto iba a durar su viaje. No llevaba la gabardina encima, no por que tuviese calor, si no por que no pretendía mostrar su condición de shinobi. No por que no estuviese orgulloso de ello, si no por que no viaja como tal, si no como una persona llena de curiosidad, y atraída por unas extrañas ruinas abandonadas en un lugar remoto.
—¿Que misterios guardias bajo vuestros muros?¿Que clase de rompecabezas tenéis para mi?¿Por que me habéis llamado?
Preguntaba el joven mientras acariciaba los muros de piedra de aquel ancestral lugar. Su voz resonó por todo le lugar, no había nadie, solo piedra que había aguantado las caricias del viento a lo largo de los años, aunque en aquel momento ni siquiera un suave brisa recorría el lugar. Nada, solo rocas y silencio junto a un joven extranjero que nada sabia sobre aquel lugar.
La mente del joven se llenaba de mas preguntas por momento: ¿quien había vivido allí?¿Por que lo abandonaron?¿paso algo en ese lugar? El rompecabezas era cada vez mas difícil en su mente, y eso solo hacia que avivar una llama en el interior del joven. Una que le instaba a introducirse en lo desconocido y desvelar todos sus misterios, una que le decía que debía adentrarse en el lugar y resolver todas las incógnitas. Una llama que jamas le había dejado rendirse ante ningún puzle o misterio que se le pusiera por delante. Porque ¿qué es la vida si no un gran misterio, un enorme puzle sin resolver?
Apoyo sus dos manos sobre las enormes puertas de madera que servían de entrada al castillo. Las acaricio con cuidado, sintiendo el áspero tacto de la madera, como si aquello fuera a desvelarle algún secreto. Y entonces empujo, con toda la fuerza que pudo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)