7/06/2019, 16:18
Etsu sentiría a Rao estremecerse un poco cuando puso su mano en su hombro. No estaba para nada acostumbrado a que se mostrasen piadoso con él, pues la vida misma pareció darle la espalda cuando le dejó aquel destino de pobreza y trabajo. Él no era el único caso, pues casi todo el País de la Tierra estaba sumido en la miseria. Nunca se esperó palabras de aliento por parte de lo que él llamaba "mercenarios con derechos", ya que al menos desde su posición de civil extranjero, le era muy lejana la realidad de las aldeas ninja.
—Se me hace raro recibir consuelo del tipo al que le voy a pagar... ¡no lo digo con mala intención!— se permitió sonreír levemente. —Gracias, gracias...— Y entonces rompió a llorar, liberando de una vez por todas lo que llevaba en el pecho. Hizo amago de aguantarse, por aquello de que él conducía el carromato.
El resto del viaje hasta la frontera transcurrió con normalidad, siendo que de vez en cuando se cruzaban con otros que regresaban en dirección contraria. Sin embargo, aún antes de llegar al puente tomaron una desviación.
—Debemos ir a casa de un amigo para dejar el carromato, que no puedo cruzar al otro lado con todo y caballo— suspiró pesadamente. —Qué fastidio— agachó la cabeza.
Seguirían un camino de terracería, introduciéndose en un bosque cercano para luego encontrar una pequeña caseta pintada de rojo. Rao se acercaría al sitio y sería el primero en bajarse tras frenar, yendo a tocar la puerta con tres golpecitos.
—¡Wagu! ¡Soy Rao!— Anunciaría su llegada.
—Se me hace raro recibir consuelo del tipo al que le voy a pagar... ¡no lo digo con mala intención!— se permitió sonreír levemente. —Gracias, gracias...— Y entonces rompió a llorar, liberando de una vez por todas lo que llevaba en el pecho. Hizo amago de aguantarse, por aquello de que él conducía el carromato.
El resto del viaje hasta la frontera transcurrió con normalidad, siendo que de vez en cuando se cruzaban con otros que regresaban en dirección contraria. Sin embargo, aún antes de llegar al puente tomaron una desviación.
—Debemos ir a casa de un amigo para dejar el carromato, que no puedo cruzar al otro lado con todo y caballo— suspiró pesadamente. —Qué fastidio— agachó la cabeza.
Seguirían un camino de terracería, introduciéndose en un bosque cercano para luego encontrar una pequeña caseta pintada de rojo. Rao se acercaría al sitio y sería el primero en bajarse tras frenar, yendo a tocar la puerta con tres golpecitos.
—¡Wagu! ¡Soy Rao!— Anunciaría su llegada.
![[Imagen: 7FT8VMk.gif]](https://i.imgur.com/7FT8VMk.gif)
