11/06/2019, 01:04
(Última modificación: 11/06/2019, 01:05 por Sarutobi Hikaru. Editado 1 vez en total.)
“Esta vez sí que lo tengo ” se respondió mentalmente la joven Sarutobi mientras notaba como aquella cálida energía que siempre la acompañaba empezaba a manifestarse conscientemente alrededor. Podía notar como entraba en armonía con los rayos del sol que la bombardeaban sin piedad, con el leve calor que emanaba de la piedra de la plaza, con su propio aliento caliente y suave…
Y fue entonces cuando un desagradable sonido la hizo abrir uno de sus ojos en la dirección desde la que provenía. Lo cerró de nuevo rápidamente pero aquel sonido tan desagradable como insistente se aferró a su cabeza hasta que sentía más la temperatura aumentar de su propio e incipiente enfado que del terrorífico sol de verano. Abriendo ahora ambos ojos dando un quejumbroso suspiro le dedicó una mirada al muchacho que la observaba a una distancia prudencial. - Es un país libre y la plaza es de todos- dijo en voz alta tanto para ella como para el muchacho - ¿Querías acercarte?- preguntó recuperando su típica sonrisa inocente, dejando que las trazas de su enfado se esfumaran junto a la consciencia de su propio chakra. El mundo parecía absolutamente convencido en impedir que se convirtiera en kunoichi últimamente. "Pues el mundo tiene un grave problema ” se dijo a si misma con orgullo sacudiéndose el polvo del trasero al ponerse de pie de un enérgico salto. -He escuchado bueyes comer mucho más silenciosamente. - Bromeó la pelirroja ladeando la cabeza con su agradable sonrisa.
Y fue entonces cuando un desagradable sonido la hizo abrir uno de sus ojos en la dirección desde la que provenía. Lo cerró de nuevo rápidamente pero aquel sonido tan desagradable como insistente se aferró a su cabeza hasta que sentía más la temperatura aumentar de su propio e incipiente enfado que del terrorífico sol de verano. Abriendo ahora ambos ojos dando un quejumbroso suspiro le dedicó una mirada al muchacho que la observaba a una distancia prudencial. - Es un país libre y la plaza es de todos- dijo en voz alta tanto para ella como para el muchacho - ¿Querías acercarte?- preguntó recuperando su típica sonrisa inocente, dejando que las trazas de su enfado se esfumaran junto a la consciencia de su propio chakra. El mundo parecía absolutamente convencido en impedir que se convirtiera en kunoichi últimamente. "Pues el mundo tiene un grave problema ” se dijo a si misma con orgullo sacudiéndose el polvo del trasero al ponerse de pie de un enérgico salto. -He escuchado bueyes comer mucho más silenciosamente. - Bromeó la pelirroja ladeando la cabeza con su agradable sonrisa.