12/06/2019, 05:16
—Pues yo...— No iba a terminar la frase.
—¡Anda Rao no te cohíbas que estamos en confianza!— Se acercó para darle una palmada en la espalda que por poco y lo tumba de cara. —Además así puedo conocer mejor al muchacho, que si va a trabajar contigo mejor que se vaya familiarizando con el entorno— el gordinflón le guiñó el ojo al Inuzuka
—Bueno, supongo que si que Kito no tiene pegas yo tampoco— se irguió con una sonrisa nerviosa.
—¡Adelante pasen!— Anunció mientras se adentraba de nuevo a la caseta, esforzándose para que su cuerpo no se quedase atascado en el marco de la puerta.
Rao observaría a Etsu y suspiraría encogiéndose de hombros. Luego de que Wagu entrase, el tuerto se adentraría a la caseta.
Era un sitio pequeño, o al menos así lucía considerando que el panzón ocupaba buena parte del espacio del mismo. Las ventanas no tenían cristal, sino que simplemente era un armazón de madera para abrir y cerrar. Había una pequeña hornilla de aceite sobre la cual Wagu puso a calentar una jarrilla con agua mientras un viejo fonógrafo emitía una alegre y antigua melodía. Había una rústica mesa de metal, rodeada de unos cuatros bancos de madera un tanto viejos también. El gordo les ofreció un banco a cada uno, mientras el ocupaba los otros dos, colocando una nalga en cada uno porque de otra manera no iban a soportar todo su volumen.
—Dime Kito, ¿de dónde eres? ¿Cuantos años tienes? ¿En qué trabajabas antes para tener semejante brazo? ¿Quieres una o dos cucharaditas de azúcar con el café? ¿Tienes alguna hermana o prima para presentarme?— No parecía que fuese a parar.
—¡Joder hombre! ¿Qué es esto, un interrogatorio?— Rao observó a Etsu y le dedicó una reverencia improvisada en señal de disculpa. —Perdónalo, que Wagu es muy efusivo— se estiró el pelo desde la frente hacia atrás, aunque las puntas rebeldes regresaron rápidamente a su despeinada forma, negándose a obedecer. —¡Al menos dale espacio para responder joder!— se dirigió de nuevo al gordo.
—¡Anda Rao no te cohíbas que estamos en confianza!— Se acercó para darle una palmada en la espalda que por poco y lo tumba de cara. —Además así puedo conocer mejor al muchacho, que si va a trabajar contigo mejor que se vaya familiarizando con el entorno— el gordinflón le guiñó el ojo al Inuzuka
—Bueno, supongo que si que Kito no tiene pegas yo tampoco— se irguió con una sonrisa nerviosa.
—¡Adelante pasen!— Anunció mientras se adentraba de nuevo a la caseta, esforzándose para que su cuerpo no se quedase atascado en el marco de la puerta.
Rao observaría a Etsu y suspiraría encogiéndose de hombros. Luego de que Wagu entrase, el tuerto se adentraría a la caseta.
Era un sitio pequeño, o al menos así lucía considerando que el panzón ocupaba buena parte del espacio del mismo. Las ventanas no tenían cristal, sino que simplemente era un armazón de madera para abrir y cerrar. Había una pequeña hornilla de aceite sobre la cual Wagu puso a calentar una jarrilla con agua mientras un viejo fonógrafo emitía una alegre y antigua melodía. Había una rústica mesa de metal, rodeada de unos cuatros bancos de madera un tanto viejos también. El gordo les ofreció un banco a cada uno, mientras el ocupaba los otros dos, colocando una nalga en cada uno porque de otra manera no iban a soportar todo su volumen.
—Dime Kito, ¿de dónde eres? ¿Cuantos años tienes? ¿En qué trabajabas antes para tener semejante brazo? ¿Quieres una o dos cucharaditas de azúcar con el café? ¿Tienes alguna hermana o prima para presentarme?— No parecía que fuese a parar.
—¡Joder hombre! ¿Qué es esto, un interrogatorio?— Rao observó a Etsu y le dedicó una reverencia improvisada en señal de disculpa. —Perdónalo, que Wagu es muy efusivo— se estiró el pelo desde la frente hacia atrás, aunque las puntas rebeldes regresaron rápidamente a su despeinada forma, negándose a obedecer. —¡Al menos dale espacio para responder joder!— se dirigió de nuevo al gordo.
![[Imagen: 7FT8VMk.gif]](https://i.imgur.com/7FT8VMk.gif)
