14/06/2019, 17:43
Sus ojos podrían estar jugandole una mala pasada, pero al entrar en el edificio juraría haber visto salir a Shikako, la adorable anciana encargada de repartir las misiones durante aquella tarde. Detrás del escritorio tras el cual debería estar el encargado había un armario nuevo.
— Buenas tardes. Soy Eikyu Juro, Jounin de la villa. Vengo a solicitar una misión.
El armario se giró, revelando su verdadera identidad, Senju Shiten. Éste sonrió como si la visión de Juro le hubiese solucionado el día.
— Buenas tardes, Eikyu Juro. Parece que nos hemos juntado el jounin más joven y el más viejo de Kusagakure. Hohohoho.
La carcajada del recepcionista fue grave y resonó incluso por dentro del craneo de Juro, dando la sensación de que había ocurrido un pequeño seismo en la sala.
— Antes de que me preguntes, le he dicho a Shikako que se vaya a casa y descanse, llevaba aquí toda la mañana. No podemos dejar a nuestros mayores trabajando con este calor. Ah, sí, tu misión.
Rebuscó unos segundos antes de dar con el pergamino que tenía en mente para su jinchuriki. Sacó un pergamino más bien modesto, por no decir que estaba en un estado decadente, por suerte, aún se leía a la perfección.
— Pensaras que la misión no está al nivel de tu rango, pero no podemos arriesgar a nuestro guardían así como así. Y menos cuando aún sigues falto de un buen entrenamiento muscular.
La puyita esta vez se la había guardado para el final, con un breve gesto de desaprobación.
— Buenas tardes. Soy Eikyu Juro, Jounin de la villa. Vengo a solicitar una misión.
El armario se giró, revelando su verdadera identidad, Senju Shiten. Éste sonrió como si la visión de Juro le hubiese solucionado el día.
— Buenas tardes, Eikyu Juro. Parece que nos hemos juntado el jounin más joven y el más viejo de Kusagakure. Hohohoho.
La carcajada del recepcionista fue grave y resonó incluso por dentro del craneo de Juro, dando la sensación de que había ocurrido un pequeño seismo en la sala.
— Antes de que me preguntes, le he dicho a Shikako que se vaya a casa y descanse, llevaba aquí toda la mañana. No podemos dejar a nuestros mayores trabajando con este calor. Ah, sí, tu misión.
Rebuscó unos segundos antes de dar con el pergamino que tenía en mente para su jinchuriki. Sacó un pergamino más bien modesto, por no decir que estaba en un estado decadente, por suerte, aún se leía a la perfección.
— Pensaras que la misión no está al nivel de tu rango, pero no podemos arriesgar a nuestro guardían así como así. Y menos cuando aún sigues falto de un buen entrenamiento muscular.
La puyita esta vez se la había guardado para el final, con un breve gesto de desaprobación.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)