18/06/2019, 09:23
— Es la última vez que nos fiamos de un loco — suspiró Juro, pensando que, desde el principio, había sido una mala idea. No había ninguna tienda de ningún Huan, y empezaba a pensar que habría sido mejor, incluso, que ellos hubieran ido a lo loco por la ciudad. De hecho, sospechaba que es lo que habían estado haciendo.
Una señora mayor pasó al lado de Yota. Tenía un perro enorme, con un aspecto bastante intimidante. Juro sintió ganas de dar un paso hacia atrás, pero se contuvo, consciente de su posición.
Pensó que su compañero retrocedería, o al menos, diría algo razonable. Sin embargo, la pregunta que formuló le dejó a cuadros.
— Esto... Señora, dsculpe que me meta donde no me llaman, pero... ¿Es usted una Inuzuka? ¿Y ese perro es un ninken?
« ¿Qué diablos? » — ¿Qué? ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Por qué?
Juro trató de entender la lógica secreta que había llevado a su compañero a preguntar eso (quizá por algo inteligente). Pero no se le ocurría absolutamente nada. ¿Qué pasa? ¿Quería romper el hielo? Había mejores formas que preguntarle a uno si era un shinobi. Igual se lo podía tomar hasta mal.
Una vez que Yota preguntó (y esperando un poco, por si a la mujer le daba por responder), Juro se adelantó, con una sonrisa amable en los labios.
— Disculpe, señora. ¿Usted sabe de algún lugar en esta ciudad dónde podamos comer y dormir por esta noche? Nos sería de mucha ayuda — dijo, tratando de llamar su atención, y evitar un malentendido.
Una señora mayor pasó al lado de Yota. Tenía un perro enorme, con un aspecto bastante intimidante. Juro sintió ganas de dar un paso hacia atrás, pero se contuvo, consciente de su posición.
Pensó que su compañero retrocedería, o al menos, diría algo razonable. Sin embargo, la pregunta que formuló le dejó a cuadros.
— Esto... Señora, dsculpe que me meta donde no me llaman, pero... ¿Es usted una Inuzuka? ¿Y ese perro es un ninken?
« ¿Qué diablos? » — ¿Qué? ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Por qué?
Juro trató de entender la lógica secreta que había llevado a su compañero a preguntar eso (quizá por algo inteligente). Pero no se le ocurría absolutamente nada. ¿Qué pasa? ¿Quería romper el hielo? Había mejores formas que preguntarle a uno si era un shinobi. Igual se lo podía tomar hasta mal.
Una vez que Yota preguntó (y esperando un poco, por si a la mujer le daba por responder), Juro se adelantó, con una sonrisa amable en los labios.
— Disculpe, señora. ¿Usted sabe de algún lugar en esta ciudad dónde podamos comer y dormir por esta noche? Nos sería de mucha ayuda — dijo, tratando de llamar su atención, y evitar un malentendido.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60