19/06/2019, 13:31
—Supongo. Si quieres... La próxima vez podemos entrenar juntos.
— Claro, cuando quieras.
Solté de inmediato. Normalmente no pensaba las cosas demasiado, pero esa ni siquiera llegó al cerebro. Solo entrar sus palabras por mi oido, salieron las mias de mi boca. La miré sonriente, al menos quería hacer algo conmigo, aunque no fuese lo más bonito del mundo, era algo.
— Ya sabes donde estoy, si no quieres venir hasta mi casa, diselo a algún perro callejero que se lo diga a Stuffy, que él se entiende hasta con los más tontos. Que digo, especialmente con esos, los listos no suelen ni mirarle.
— Claro, cuando quieras.
Solté de inmediato. Normalmente no pensaba las cosas demasiado, pero esa ni siquiera llegó al cerebro. Solo entrar sus palabras por mi oido, salieron las mias de mi boca. La miré sonriente, al menos quería hacer algo conmigo, aunque no fuese lo más bonito del mundo, era algo.
— Ya sabes donde estoy, si no quieres venir hasta mi casa, diselo a algún perro callejero que se lo diga a Stuffy, que él se entiende hasta con los más tontos. Que digo, especialmente con esos, los listos no suelen ni mirarle.
—Nabi—