22/06/2019, 04:29
Tras unos largos segundos, la mujer finalmente pareció recobrarse un poco para verle a los ojos mientras él sonreía tímidamente mientras pasaba su dedo índice derecho a través de la mejilla de ella para limpiar las saladas lágrimas que aún seguían brotando de sus ojos. Era algo enternecedor a la par de sublime. Ella no daba crédito, pues cómo pronto manifestaría, tenía demasiadas dudas sobre su desaparición.
—¿Dónde estuviste?— Ella alzó las cejas, confundida. —Tomaste nuestros ahorros y desapareciste estando aún malherido. Pensé que los Cuatro de Ibaraki te habían coaccionado con engaños. Te dí por muerto... Creí que no volverías....— Estaba a punto de volver a sollozar, cuando un nuevo beso en la frente la hizo estremecerse.
—Jamás abandonaría a mi ángel, más aún cuando estás por darme un maravilloso regalo— Negó con la cabeza. —Creo que te debo una explicación muy larga...— Giró su vista hasta la puerta para buscar a Etsu y a Akane. —Tengo un nuevo colega— La soltó y se rascó la nuca, sonriendo se forma nerviosa al no saber que reacción tendría la mujer.
Ella se quedó observando al rastas y a su perro, totalmente anonadada. No alcanza a procesar absolutamente nada pues el shock de ver con vida a su marido le había afectado hasta que finalmente se sonrojó al darse cuenta de que un tercero había presenciado todo.
—¡POR TODOS LOS KAMI!— Se llevó ambas manos a la cara. —¡Ay! No estoy arreglada, hay visita, ni siquiera tengo algo para darles de comer. Ay, ay, ay— Se dejó caer de rodillas.
—¡Yukari tranquila! No es nada bueno que te estreses— El se agachó para poner sus manos en sus hombros. —Kito— se volteó a ver. —Perdona que te moleste, ¿podrías comprar algo en el pueblo cómo me habías dicho? Ella aún tiene que procesar muchas cosas. Yo, debo explicarle— Hizo una mueca de falsa sonrisa.
—¿Dónde estuviste?— Ella alzó las cejas, confundida. —Tomaste nuestros ahorros y desapareciste estando aún malherido. Pensé que los Cuatro de Ibaraki te habían coaccionado con engaños. Te dí por muerto... Creí que no volverías....— Estaba a punto de volver a sollozar, cuando un nuevo beso en la frente la hizo estremecerse.
—Jamás abandonaría a mi ángel, más aún cuando estás por darme un maravilloso regalo— Negó con la cabeza. —Creo que te debo una explicación muy larga...— Giró su vista hasta la puerta para buscar a Etsu y a Akane. —Tengo un nuevo colega— La soltó y se rascó la nuca, sonriendo se forma nerviosa al no saber que reacción tendría la mujer.
Ella se quedó observando al rastas y a su perro, totalmente anonadada. No alcanza a procesar absolutamente nada pues el shock de ver con vida a su marido le había afectado hasta que finalmente se sonrojó al darse cuenta de que un tercero había presenciado todo.
—¡POR TODOS LOS KAMI!— Se llevó ambas manos a la cara. —¡Ay! No estoy arreglada, hay visita, ni siquiera tengo algo para darles de comer. Ay, ay, ay— Se dejó caer de rodillas.
—¡Yukari tranquila! No es nada bueno que te estreses— El se agachó para poner sus manos en sus hombros. —Kito— se volteó a ver. —Perdona que te moleste, ¿podrías comprar algo en el pueblo cómo me habías dicho? Ella aún tiene que procesar muchas cosas. Yo, debo explicarle— Hizo una mueca de falsa sonrisa.
![[Imagen: 7FT8VMk.gif]](https://i.imgur.com/7FT8VMk.gif)
