24/06/2019, 16:41
Aunque hubiera dicho que tenía muchas preguntas que hacerle, Mogura no se las hizo. Aún más, con esa última a Daruu le pareció que se estaba riendo de él. De un sonoro golpe, dejó la jarra en la mesa, retiró la silla y clavó las palmas de las manos en la madera.
—¿Siempre tienes esa cara de "no me importa nada una mierda"? —le espetó—. ¡Estamos hablando de Ayame! ¡Nos jugamos la vida por ella en aquella misión, con los hijos de puta de los Kajitsu! ¡Y ni tan sólo has levantado una ceja al saber que está en peligro!
»De ese grupo, ya hay dos que nos han dejado. —Daruu bajó la mirada—. Porque te habrás enterado, ¿no? Ah, no... ¡tú estabas viviendo con la cabeza debajo de una piedra y ni siquiera sabrás que Kaido está muerto!
Umikiba Kaido había sido muchas cosas. Un chico arrogante, algo abusón, y bocazas. A veces daba un poco de miedo, con esos dientes de sierra. Pero todos ellos habían forjado algo muy importante. Una amistad.
Y ahora estaba rota.
Daruu comenzó a llorar.
—¿Siempre tienes esa cara de "no me importa nada una mierda"? —le espetó—. ¡Estamos hablando de Ayame! ¡Nos jugamos la vida por ella en aquella misión, con los hijos de puta de los Kajitsu! ¡Y ni tan sólo has levantado una ceja al saber que está en peligro!
»De ese grupo, ya hay dos que nos han dejado. —Daruu bajó la mirada—. Porque te habrás enterado, ¿no? Ah, no... ¡tú estabas viviendo con la cabeza debajo de una piedra y ni siquiera sabrás que Kaido está muerto!
Umikiba Kaido había sido muchas cosas. Un chico arrogante, algo abusón, y bocazas. A veces daba un poco de miedo, con esos dientes de sierra. Pero todos ellos habían forjado algo muy importante. Una amistad.
Y ahora estaba rota.
Daruu comenzó a llorar.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)