28/06/2019, 05:40
(Última modificación: 28/06/2019, 05:42 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
El jovencito abrió los ojos lo más que pudo, ahora sí dejando ver un atisbo de color verde igual al los del Inuzuka. Se ajustó su sombrero y se levantó para luego sacudirse el polvo de los pantalones. Probablemente tuviese un par de años menos que el genin de la hierba, siendo además levemente más bajo y algo escuálido pese a trabajar con cargas pesadas. Observaba con detenimiento a Etsu, cómo si quisiera adivinar sus intenciones pese a que ya le había repetido dos veces que sólo quería ayudar.
—Dijiste que eres nuevo, ¿cómo te llamas?— quiso interrogarle. —Yo soy... Bueno, llámame sólo Koke— Se limitó a decir, omitiendo el apellido. —Debo llevar esta madera con mi abuelo, aunque luego no sé si me dará tiempo libre. Tendrás que esperar a que termine toda mi ronda para poder enseñarte el pueblo. ¿Qué te trae por aquí al asentamiento?— Comentaba mientras se encaminaba. —Este sitio ni siquiera tiene nombre, simplemente, un grupo de familias se estableció aquí hace algunos años y aquí estamos como podemos.
Caminarían nuevamente hasta regresar a la zona pastoril con animales y demás. De entre todas las casuchas, una destacaba por echar un poco de humo desde la improvisada chimenea.
—Es aquí— Corrió la cortina de tela gastada que servía de improvisada puerta. —¡Abuelo traje la leña!
Adentro, todo estaba desordenado. Jarras y tinajas, platos y tazas. Pinturas de colorines, además de un gran montón de arcilla y barro por doquier. Al fondo, un anciano batallaba por mantener vivo el fuego de un horno, incluso soplando en vano con la boca.
—Ya era hor... ¡Hey! ¿De dónde ha salido este?— Se volteó rápidamente y señaló a Etsu.
—Dijiste que eres nuevo, ¿cómo te llamas?— quiso interrogarle. —Yo soy... Bueno, llámame sólo Koke— Se limitó a decir, omitiendo el apellido. —Debo llevar esta madera con mi abuelo, aunque luego no sé si me dará tiempo libre. Tendrás que esperar a que termine toda mi ronda para poder enseñarte el pueblo. ¿Qué te trae por aquí al asentamiento?— Comentaba mientras se encaminaba. —Este sitio ni siquiera tiene nombre, simplemente, un grupo de familias se estableció aquí hace algunos años y aquí estamos como podemos.
Caminarían nuevamente hasta regresar a la zona pastoril con animales y demás. De entre todas las casuchas, una destacaba por echar un poco de humo desde la improvisada chimenea.
—Es aquí— Corrió la cortina de tela gastada que servía de improvisada puerta. —¡Abuelo traje la leña!
Adentro, todo estaba desordenado. Jarras y tinajas, platos y tazas. Pinturas de colorines, además de un gran montón de arcilla y barro por doquier. Al fondo, un anciano batallaba por mantener vivo el fuego de un horno, incluso soplando en vano con la boca.
—Ya era hor... ¡Hey! ¿De dónde ha salido este?— Se volteó rápidamente y señaló a Etsu.