27/06/2019, 20:44
(Última modificación: 27/06/2019, 20:45 por Eikyuu Juro.)
La buena noticia, la técnica de sellado funcionó. La mala, que no lo hizo a tiempo. El perro hirió a Yota. Juro soltó una maldición, por lo bajo. ¿Había sido su culpa? Quizá si hubiera usado una técnica ofensiva, la cosa habría ido mejor. Pero aun así, se habría arriesgado a herir a su compañero de por medio.
En fin, para dentro pensó que, tras haber sido atacado por un perro tan grande por sorpresa, llevarte un mordisco no era para tanto.
Juro se lanzó a por su compañero, una vez que la mujer empezó a tranquilizar al perro. Soltó el fuinjutsu, y se arrodilló entorno a él. Tenía una herida en el brazo, y sangraba considerablemente. Arrancó un pedazo de la tela con la que solía llevar a sus marionetas, y la envolvió entorno a la herida de Yota, presionandola. Con eso, al menos pararía la hemorragia.
— Lo siento, no actué con la suficiente rapidez — murmuró, con una disculpa. Aun así, no dejó de apretar el brazo herido hasta que se aseguró de que la hemorragia disminuía —. No creo que ese bicho te haya contagiado nada, pero tenemos que curar esta herida cuanto antes.
La mujer dijo algo a su espalda que le llamó la atención. Algo sobre que el perro que había atacado a Yota era en realidad, un perro guardia. Y que tenía una labor importante.
« ¿Podía estar relacionado con el señor feudal? » — pensó, para sí. Desde luego, sería una gran coincidencia. Y quizá algo que les hiciera alegrarse de que no hubieran herido al perro. Pero era mucho especular, y ahora, no tenían tiempo para eso.
— Necesitamos tratamiento para la herida, por favor — dijo Juro, amable, pero autoritario. Esa mujer se lo debía, después de todo —. Llevenos a dónde puedan hacerlo.
En fin, para dentro pensó que, tras haber sido atacado por un perro tan grande por sorpresa, llevarte un mordisco no era para tanto.
Juro se lanzó a por su compañero, una vez que la mujer empezó a tranquilizar al perro. Soltó el fuinjutsu, y se arrodilló entorno a él. Tenía una herida en el brazo, y sangraba considerablemente. Arrancó un pedazo de la tela con la que solía llevar a sus marionetas, y la envolvió entorno a la herida de Yota, presionandola. Con eso, al menos pararía la hemorragia.
— Lo siento, no actué con la suficiente rapidez — murmuró, con una disculpa. Aun así, no dejó de apretar el brazo herido hasta que se aseguró de que la hemorragia disminuía —. No creo que ese bicho te haya contagiado nada, pero tenemos que curar esta herida cuanto antes.
La mujer dijo algo a su espalda que le llamó la atención. Algo sobre que el perro que había atacado a Yota era en realidad, un perro guardia. Y que tenía una labor importante.
« ¿Podía estar relacionado con el señor feudal? » — pensó, para sí. Desde luego, sería una gran coincidencia. Y quizá algo que les hiciera alegrarse de que no hubieran herido al perro. Pero era mucho especular, y ahora, no tenían tiempo para eso.
— Necesitamos tratamiento para la herida, por favor — dijo Juro, amable, pero autoritario. Esa mujer se lo debía, después de todo —. Llevenos a dónde puedan hacerlo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60