30/06/2019, 17:22
—N-n-no. Y-yo no la conozco… Fue m-mi hermana, Kuumi —respondió Ranko, algo nerviosa ante el constante escrutinio de la curiosidad de Ayame.
—Oh... —respondió Ayame, con una sonrisilla.
Pero la de Kusagakure había cerrado los ojos momentáneamente, como si estuviese tratando de hacer memoria.
—También… también su madre… —continuó, y Ayame la miró llena de interrogantes—. M-mi padre… Mi padre a veces se interesa en… ahm… otras familias. Y… y una vez comentó que… que la madre de Taeko ya no se encontraba en la Aldea… Y mi hermana no recuerda ha-haberla visto. Recientemente. Bueno, cuando dijeron eso fue… —la muchacha hizo una breve pausa, intentando recordar—. Ha… hace casi un año…
Ayame se quedó muda de asombro. Si lo que Ranko decía era cierto, hacía más de un año que no veían a Taeko dentro de la aldea. Y si su madre tampoco estaba en Kusagakure, eso quería decir que...
—Lo siento.
—¡No! Te agradezco mucho que me lo hayas contado —se apresuró a corregir Ayame, agitando las manos en el aire—. Espero que, esté donde esté, se encuentre bien. ¿Y quién sabe? Quizás algún día nos volvemos a encontrar —añadió, con una renovada sonrisa—. ¿Tú también ibas hacia Yachi, Ranko-san?
—Oh... —respondió Ayame, con una sonrisilla.
Pero la de Kusagakure había cerrado los ojos momentáneamente, como si estuviese tratando de hacer memoria.
—También… también su madre… —continuó, y Ayame la miró llena de interrogantes—. M-mi padre… Mi padre a veces se interesa en… ahm… otras familias. Y… y una vez comentó que… que la madre de Taeko ya no se encontraba en la Aldea… Y mi hermana no recuerda ha-haberla visto. Recientemente. Bueno, cuando dijeron eso fue… —la muchacha hizo una breve pausa, intentando recordar—. Ha… hace casi un año…
Ayame se quedó muda de asombro. Si lo que Ranko decía era cierto, hacía más de un año que no veían a Taeko dentro de la aldea. Y si su madre tampoco estaba en Kusagakure, eso quería decir que...
—Lo siento.
—¡No! Te agradezco mucho que me lo hayas contado —se apresuró a corregir Ayame, agitando las manos en el aire—. Espero que, esté donde esté, se encuentre bien. ¿Y quién sabe? Quizás algún día nos volvemos a encontrar —añadió, con una renovada sonrisa—. ¿Tú también ibas hacia Yachi, Ranko-san?