15/11/2015, 16:47
Entonces, Daruu se puso en modo demente. Bajo la mirada, y a la vez que contestaba al rubio con un tono más bajo de lo normal y más psicopata de lo normal, se iba acercando a él, Nabi se levantó al momento, pero no retrocedió. El moreno siguió acercandose hasta que a unos dos metros de él, se detuvo en seco. Bajo todavia más el tono, haciendo parcialmente inaudible lo que decia para el Uzushiogakureño.
—Salimos _______. Solos. __________. ____ valiéndonos de______bilidades, ________ fuerza y de _______ armas —
A pesar de que sus ojos carmesies le permitian ver con mayor precisión, aun no era capaz de leer labios, tal vez porque nunca le habia interesado o porque sus ojos aún no eran lo suficientemente precisos. Pero por ahora solo se podia valer de sus oidos para escuchar y los habia usado tan bien como habia podido. Sin embargo, su atención dividida en oir y vigilar al shinobi que de repente parecia enagenado.
Y no iba desencaminado. Daruu sacó un kunai, y Nabi respondió desenfundando su katana, con cualquier otro shinobi desenfundar un kunai con una actitud sospechosa ya valdria para lanzar un ataque al sospechoso. Pero Nabi no era cualquier otro shinobi, a pesar de que el Amegakureño habia perdido un par de tornillos no iba a iniciar un conflicto armado hasta que no viera una ofensiva directa hacia su persona. Daruu subió la mirada hasta encontrar la carmesí del rubio y su expresión acompañaba su comportamiento, como si algo en su cerebro se hubiera roto, esa era la definición más acertada para la sonrisa del muchacho.
—¡¡Y NOS LLEVAMOS LA CABEZA DE UN EXTRANJERO DE VUELTA A LA VILLA, BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!
Y al grito de BUA, su dios de la lluvia, empezó a agitar los brazos de forma preocupante. Nabi se mantuvo en guardia, a pesar del espectaculo de locura no vio ningún indicio de qué Daruu se fuera a mover. Tras unos segundos de gritos y tensión, el rostro del Amegakuriano volvió a la normalidad y confesó que era una broma, a lo que el rubio solo pudo responder con un suspiro.
— Que mal te sienta el Sol, ya me estaba planteando como explicarselo a mi kage.
—Salimos _______. Solos. __________. ____ valiéndonos de______bilidades, ________ fuerza y de _______ armas —
A pesar de que sus ojos carmesies le permitian ver con mayor precisión, aun no era capaz de leer labios, tal vez porque nunca le habia interesado o porque sus ojos aún no eran lo suficientemente precisos. Pero por ahora solo se podia valer de sus oidos para escuchar y los habia usado tan bien como habia podido. Sin embargo, su atención dividida en oir y vigilar al shinobi que de repente parecia enagenado.
Y no iba desencaminado. Daruu sacó un kunai, y Nabi respondió desenfundando su katana, con cualquier otro shinobi desenfundar un kunai con una actitud sospechosa ya valdria para lanzar un ataque al sospechoso. Pero Nabi no era cualquier otro shinobi, a pesar de que el Amegakureño habia perdido un par de tornillos no iba a iniciar un conflicto armado hasta que no viera una ofensiva directa hacia su persona. Daruu subió la mirada hasta encontrar la carmesí del rubio y su expresión acompañaba su comportamiento, como si algo en su cerebro se hubiera roto, esa era la definición más acertada para la sonrisa del muchacho.
—¡¡Y NOS LLEVAMOS LA CABEZA DE UN EXTRANJERO DE VUELTA A LA VILLA, BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!
Y al grito de BUA, su dios de la lluvia, empezó a agitar los brazos de forma preocupante. Nabi se mantuvo en guardia, a pesar del espectaculo de locura no vio ningún indicio de qué Daruu se fuera a mover. Tras unos segundos de gritos y tensión, el rostro del Amegakuriano volvió a la normalidad y confesó que era una broma, a lo que el rubio solo pudo responder con un suspiro.
— Que mal te sienta el Sol, ya me estaba planteando como explicarselo a mi kage.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)