6/07/2019, 02:43
"Típico." Rōga escuchó el sermón del hombre con estoicismo. De hecho, se podría decir que le ignoraba en parte. Simplemente se limitó a mirarse las uñas y quitarse una mugre de estas hasta que el sujeto en cuestión terminase de hablar sin siquiera contestar alguna de las preguntas que le hizo de antemano. "¿Tan difícil es que la gente coopere por las buenas?" suspiró ante la negativa del hombre.
De repente y sin previo aviso, Rōga se acercó aún más al carromato con pasos lentos hasta que de pronto pegó un salto para subirse, buscando caer de pie en el leve espacio del asiento a la par del conductor.
—Lamento informarle señor, que sí me ofende— se cruzaría de brazos y sonreiría filoso. —No sólo porque duda de mi capacidad y de mi experiencia sin conocerme, sino porque está poniendo en tela de juicio las decisiones tomadas por la gestión de la Amegakure— Si no sacaba nada siendo el policía bueno, pues le tocaba ser el malo. —Nuevamente he de solicitar su cooperación, aunque con o sin ella, voy a cumplir con la obligación que se me asignó porque así fue dictado— aseveró con total confianza. —Más aún con el énfasis que usted hace sobre el peligro, me es más difícil ignorarlo. Sé que muchas personas han desaparecido misteriosamente y el paradero es desconocido. Se lo repetiré una última vez. ¿Tiene usted una pista que pueda ayudarme? Si me explica con más detalle, entenderé mejor la razón de su alarma.
No iba a perder el tiempo en hablar de sus logros ni sus méritos. Ni siquiera iba a molestarse en rebatir al hombre. No tenía ningún motivo por el cual probarse ante un simple civil desconocido que obviamente se estaba dejando guiar por su sentido común de persona normal y corriente. Aunque todos sabemos que esa lógica es muy engañosa para los shinobi, siendo el Yotsuki un buen ejemplo de ello.
De repente y sin previo aviso, Rōga se acercó aún más al carromato con pasos lentos hasta que de pronto pegó un salto para subirse, buscando caer de pie en el leve espacio del asiento a la par del conductor.
—Lamento informarle señor, que sí me ofende— se cruzaría de brazos y sonreiría filoso. —No sólo porque duda de mi capacidad y de mi experiencia sin conocerme, sino porque está poniendo en tela de juicio las decisiones tomadas por la gestión de la Amegakure— Si no sacaba nada siendo el policía bueno, pues le tocaba ser el malo. —Nuevamente he de solicitar su cooperación, aunque con o sin ella, voy a cumplir con la obligación que se me asignó porque así fue dictado— aseveró con total confianza. —Más aún con el énfasis que usted hace sobre el peligro, me es más difícil ignorarlo. Sé que muchas personas han desaparecido misteriosamente y el paradero es desconocido. Se lo repetiré una última vez. ¿Tiene usted una pista que pueda ayudarme? Si me explica con más detalle, entenderé mejor la razón de su alarma.
No iba a perder el tiempo en hablar de sus logros ni sus méritos. Ni siquiera iba a molestarse en rebatir al hombre. No tenía ningún motivo por el cual probarse ante un simple civil desconocido que obviamente se estaba dejando guiar por su sentido común de persona normal y corriente. Aunque todos sabemos que esa lógica es muy engañosa para los shinobi, siendo el Yotsuki un buen ejemplo de ello.