Ambos rivales de Karamaru seguían quietos sin intención de atacar. Hubo un momento de silencio en que las armas de su acompañante ni de sus otros rivales tampoco sonaban. La Luna ya no brillaba con fuerza, se encontraba escondida entre las finas nubes que observaban el encuentro.
Así como la el brillo celestial, el fuego que se encontraba en la arena también había perdido su brillo. ¿Apagaron la llama o lo hizo sola? Karamaru nunca lo iba a saber, lo importante en ese momento era que veía poco y no podía percibir el ruido de pasos sobre la arena. Lo único que podía ver, a través de leves brillos de asteroide que se asomaban entre nube y nube, era que los cuatro hombres estaban rodeando en un cuadrado perfecto a los dos shinobis que se encontraban espalda con espalda.
¿Y ahora? Supongo que toca revolear puños al aire- le contestó el calvo a su compañero de batalla con una risa.
Juntó sus manos y realizó los cinco sellos correspondientes.
«Vamos monito, veamos si son rápidos»
¡SARU!
Se había vuelto un poco más lento, ya lo sentía, pero también podía sentir gran fuerza en sus manos. Una aura grande y dorada las rodeaba. Era dos puños un poco más grande que los suyos pero que le daban una gran fuerza. Tratando de ver aunque sea las sombras que los rodeaban, dio un gran salto hacia uno de ellos y empezó, con movimientos lentos, a tratar de impactar contra ellos con el chakra tomado del mono.
¡Vamos Kazuma, démosle su merecido!- gritó emocionado.
Así como la el brillo celestial, el fuego que se encontraba en la arena también había perdido su brillo. ¿Apagaron la llama o lo hizo sola? Karamaru nunca lo iba a saber, lo importante en ese momento era que veía poco y no podía percibir el ruido de pasos sobre la arena. Lo único que podía ver, a través de leves brillos de asteroide que se asomaban entre nube y nube, era que los cuatro hombres estaban rodeando en un cuadrado perfecto a los dos shinobis que se encontraban espalda con espalda.
¿Y ahora? Supongo que toca revolear puños al aire- le contestó el calvo a su compañero de batalla con una risa.
Juntó sus manos y realizó los cinco sellos correspondientes.
«Vamos monito, veamos si son rápidos»
¡SARU!
Se había vuelto un poco más lento, ya lo sentía, pero también podía sentir gran fuerza en sus manos. Una aura grande y dorada las rodeaba. Era dos puños un poco más grande que los suyos pero que le daban una gran fuerza. Tratando de ver aunque sea las sombras que los rodeaban, dio un gran salto hacia uno de ellos y empezó, con movimientos lentos, a tratar de impactar contra ellos con el chakra tomado del mono.
¡Vamos Kazuma, démosle su merecido!- gritó emocionado.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘