7/07/2019, 13:35
Pero Daruu, que ya estaba planeando escabullirse del asunto, se vio sorprendido por la orden de Zetsuo:
—P-pero señor... yo estaba leyendo tranquilamen...
El médico apoyó una mano sobre su hombro, una mano como una garra de águila, y sus ojos se clavaron en los del chiquillo sin piedad.
—Ve. A. Por. Ella. Ya —le ordenó, antes de soltarle.
Y mientras tanto, Ayame seguía gritando desesperada, corriendo en todas direcciones como un pollo sin cabeza.
—P-pero señor... yo estaba leyendo tranquilamen...
El médico apoyó una mano sobre su hombro, una mano como una garra de águila, y sus ojos se clavaron en los del chiquillo sin piedad.
—Ve. A. Por. Ella. Ya —le ordenó, antes de soltarle.
Y mientras tanto, Ayame seguía gritando desesperada, corriendo en todas direcciones como un pollo sin cabeza.