14/07/2019, 16:29
Juro se quedó practicamente en shock ante la respuesta Yota. Sabía que su compañero tendía bastante al enfado irracional (y supuso que se pondría a soltar maldiciones o algo parecido) pero no esperaba que le diera semejante trato. Supo que el deber de un superior era castigar tales casos, pero en ese mismo momento, no se vio capaz.
Aun así, la anciana pareció hacerlo por él: sin pelos en la lengua, reprendió a Yota por sus modales y su comportamiento. Juro solo pudo tragar saliva, sin saber que hacer.
« Joder Yota, que no estan dificil tener un mínimo respeto » — pensó, para sí. Pues claro que le encantaba estar con su amigo, pero el problema principal era ese, que al ser tan amigos, era dificil que se tomara en serio su rango. Eso no era del todo bueno.
Aun así, algo captó su atención inmediatamente: la mujer mencionó al señor feudal. El perro era el del señor feudal. Juro abrió los ojos al instante, incrédulo de que hubieran tenido tanta suerte. Esa mujer era la vía principal hacia el palacio. De esa forma, puede que les dejaran hasta dormir ahí y comer, con suerte.
»Y ahora, si me acompañáis, os llevaré a la enfermería de palacio, claro que no mereces tal tratamiento.
Juro le dirigió una mirada fulminante a Yota.
— Discúlpate ahora mismo — le exigió, en voz baja, para que la anciana no le escuchara —. Me da igual tus modales o tus motivos, la necesitamos para la misión. Vamos a ir a que te curen esa maldita herida, y con suerte, podremos quedarnos ahí y nos ahorraremos el buscar lugar.
Era la primera vez que le daba una orden directa a su amigo, y no es que disfrutara precisamente haciéndolo. Pero creía realmente en lo que estaba haciendo en ese momento.
Él, por su lado, se limitó a asentir y agradecer a la mujer que les llevara. Comenzó a seguirla junto a su compañero, tratando de no quedarse atras. Si la perdían, ya podían despedirse de todo.
Aun así, la anciana pareció hacerlo por él: sin pelos en la lengua, reprendió a Yota por sus modales y su comportamiento. Juro solo pudo tragar saliva, sin saber que hacer.
« Joder Yota, que no estan dificil tener un mínimo respeto » — pensó, para sí. Pues claro que le encantaba estar con su amigo, pero el problema principal era ese, que al ser tan amigos, era dificil que se tomara en serio su rango. Eso no era del todo bueno.
Aun así, algo captó su atención inmediatamente: la mujer mencionó al señor feudal. El perro era el del señor feudal. Juro abrió los ojos al instante, incrédulo de que hubieran tenido tanta suerte. Esa mujer era la vía principal hacia el palacio. De esa forma, puede que les dejaran hasta dormir ahí y comer, con suerte.
»Y ahora, si me acompañáis, os llevaré a la enfermería de palacio, claro que no mereces tal tratamiento.
Juro le dirigió una mirada fulminante a Yota.
— Discúlpate ahora mismo — le exigió, en voz baja, para que la anciana no le escuchara —. Me da igual tus modales o tus motivos, la necesitamos para la misión. Vamos a ir a que te curen esa maldita herida, y con suerte, podremos quedarnos ahí y nos ahorraremos el buscar lugar.
Era la primera vez que le daba una orden directa a su amigo, y no es que disfrutara precisamente haciéndolo. Pero creía realmente en lo que estaba haciendo en ese momento.
Él, por su lado, se limitó a asentir y agradecer a la mujer que les llevara. Comenzó a seguirla junto a su compañero, tratando de no quedarse atras. Si la perdían, ya podían despedirse de todo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60