16/07/2019, 05:58
El chico aconsejó que si de verdad quería encontrarse con Oso, lo único que debía hacer era armar un buen jaleo. El hombre era quien se encargaba de solucionar ese tipo de cosas, y seguramente no demoraría mucho en aparecer si había jaleo. Por un lado, le parecía una idea fabulosa. Por otro lado, eso le obligaría a hacer algo a lo que no estaba acostumbrado, y que realmente le costaría mucho. Además, iba contra todos sus principios, no era algo que tuviese muy al alcance de sus manos...
—Así que armar jaleo... —pensó con voz.
Koke se disculpó, y terminó por despedirse a toda prisa. Se había demorado mucho, y seguramente era a él a quien escarmentaban por haber tardado tanto en regresar. Lanzó la instrucción sobre cómo cerrar el sitio, y aclaró que podía usarlo si lo necesitaba, así como dijo que lo había construido ese amigo que había desaparecido. Sin demora alguna, el chico corrió hacia el poblado.
—¡Gracias por todo, Koke!
El Inuzuka miró a Akane, y ladeó la cabeza —bueno, ya tenemos bastante información para ir actuando, ¿no crees?
—¿Aur?
El chico alzó su indice, y lo agitó varias veces en vertical señalando que llevaba razón —estás en lo cierto, tenemos que comprar aún la comida.
Poco mas tarde que el chico, ambos Inuzuka abandonaron el lugar, tirando de la liana para cerrar el escondite antes de ir dirección al pueblo. Sin más vueltas que dar, se dirigieron sin preámbulos hacia el mercado, y se lanzarían al primer puesto que viesen con carne y algo de verduras. En ésta ocasión, era para ellos y quizás para la familia del anfitrión.
—Buenas, ¿podría ponerme todas éstas cosas, por favor? —inquirió en lo que iba señalando los alimentos.
Tras pagar la compra, iría directo a la casa de Rao. Ya tenían todo lo que necesitaban, y les habían dado tiempo mas que de sobra para ponerse al día.
—Así que armar jaleo... —pensó con voz.
Koke se disculpó, y terminó por despedirse a toda prisa. Se había demorado mucho, y seguramente era a él a quien escarmentaban por haber tardado tanto en regresar. Lanzó la instrucción sobre cómo cerrar el sitio, y aclaró que podía usarlo si lo necesitaba, así como dijo que lo había construido ese amigo que había desaparecido. Sin demora alguna, el chico corrió hacia el poblado.
—¡Gracias por todo, Koke!
El Inuzuka miró a Akane, y ladeó la cabeza —bueno, ya tenemos bastante información para ir actuando, ¿no crees?
—¿Aur?
El chico alzó su indice, y lo agitó varias veces en vertical señalando que llevaba razón —estás en lo cierto, tenemos que comprar aún la comida.
Poco mas tarde que el chico, ambos Inuzuka abandonaron el lugar, tirando de la liana para cerrar el escondite antes de ir dirección al pueblo. Sin más vueltas que dar, se dirigieron sin preámbulos hacia el mercado, y se lanzarían al primer puesto que viesen con carne y algo de verduras. En ésta ocasión, era para ellos y quizás para la familia del anfitrión.
—Buenas, ¿podría ponerme todas éstas cosas, por favor? —inquirió en lo que iba señalando los alimentos.
Tras pagar la compra, iría directo a la casa de Rao. Ya tenían todo lo que necesitaban, y les habían dado tiempo mas que de sobra para ponerse al día.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~