16/07/2019, 14:31
—Y-yo… ahm… M-me… Me gustaría q-que… Que conservara esto.
Kazuma observo con curiosidad aquella especie de medalla. Con lentitud, la tomo de las manos de Ranko y la sostuvo frente a si, detallándola, permitiendo que los últimos rayos del sol se reflejasen sobre la flor grabada en el metal.
—Muchas gracias, Ranko-san… No conozco esta flor, pero será interesante averiguar sobre ella.
No tenía conocimiento sobre el lenguaje de las flores; sabía que tal simbología existía, pero poco más. En ocasiones se preguntaba si existirían suficientes flores como para representar todas las emociones o ideas abstractas del humano; o si, tal vez, existiesen plantas que pudiesen representarlos a ellos: quizás una flor llamada Ranko o una hierba llamada Kazuma.
—Yo también tengo algo para ti —dijo mientras rebuscaba en el interior de su túnica.
Mientras recorrían los puestos, Kazuma compro una pequeña libreta de cuero blanco y brillante. Era una especie de agenda-diario para escritores: contenía páginas con distintos formatos, correspondientes a distintos tipos de poesía (prosa, verso y otros); frases de poetas famosos de todas las épocas y un haiku para cada mes del año.
—Pensé que quizás te ayudaría con tu escritura…, me refiero a animarte a seguir escribiendo —aclaro, mientras la extendía hacia la muchacha—. Quizás es un demasiado, pero la he firmado, para que fuese algo un poco más personal.
Justo en aquella primera hoja que permanecía en blanco estaba un dibujo suyo y algunas palabras. Se notaba que había tratado de hacer una especie de caricatura riendo desmesuradamente; pero el resultado fue una figura ovoide sonriendo con la serenidad de un buda, y de ella emanaba un globo de pensamiento que rezaba “Animo, suerte y éxito.”.
Kazuma observo con curiosidad aquella especie de medalla. Con lentitud, la tomo de las manos de Ranko y la sostuvo frente a si, detallándola, permitiendo que los últimos rayos del sol se reflejasen sobre la flor grabada en el metal.
—Muchas gracias, Ranko-san… No conozco esta flor, pero será interesante averiguar sobre ella.
No tenía conocimiento sobre el lenguaje de las flores; sabía que tal simbología existía, pero poco más. En ocasiones se preguntaba si existirían suficientes flores como para representar todas las emociones o ideas abstractas del humano; o si, tal vez, existiesen plantas que pudiesen representarlos a ellos: quizás una flor llamada Ranko o una hierba llamada Kazuma.
—Yo también tengo algo para ti —dijo mientras rebuscaba en el interior de su túnica.
Mientras recorrían los puestos, Kazuma compro una pequeña libreta de cuero blanco y brillante. Era una especie de agenda-diario para escritores: contenía páginas con distintos formatos, correspondientes a distintos tipos de poesía (prosa, verso y otros); frases de poetas famosos de todas las épocas y un haiku para cada mes del año.
—Pensé que quizás te ayudaría con tu escritura…, me refiero a animarte a seguir escribiendo —aclaro, mientras la extendía hacia la muchacha—. Quizás es un demasiado, pero la he firmado, para que fuese algo un poco más personal.
Justo en aquella primera hoja que permanecía en blanco estaba un dibujo suyo y algunas palabras. Se notaba que había tratado de hacer una especie de caricatura riendo desmesuradamente; pero el resultado fue una figura ovoide sonriendo con la serenidad de un buda, y de ella emanaba un globo de pensamiento que rezaba “Animo, suerte y éxito.”.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)