17/07/2019, 12:12
—¿Desde cuándo los ninja se han vuelto tan maleducados? —despreció la mujer, mirando a Yota por encima del hombro—. Y más un genin ante su superior. Madre mía. ¡Pues claro que está vacunado, botarate! ¡Es el perro del Señor Feudal! ¡Disfruta de los mejores cuidados!
«¿El perro del puto Daimyo? ¡Anda, no me jodas!»
La cosa iba mejorando por momentos. Tanto buscar un puto sitio en el que comer y poder pasar la noche y lo que teníamos que hacer era dejar que ese chucho apestoso me mordiera para obtener nuestro pase a palacio...
»Y ahora, si me acompañáis, os llevaré a la enfermería de palacio, claro que no mereces tal tratamiento.
— Discúlpate ahora mismo — le exigió, en voz baja, para que la anciana no le escuchara —. Me da igual tus modales o tus motivos, la necesitamos para la misión. Vamos a ir a que te curen esa maldita herida, y con suerte, podremos quedarnos ahí y nos ahorraremos el buscar lugar.[/sub]
El discursito del jounin vino precedido por una mirada fulminante y si tuviera jutsus oculares como los que podían tener los Uchiha con el sharingan ese, hubiese caído ahí muerto, pero no era el caso. Lo de Jurete eran las marionetas. Pero bueno, supongo que en aquella situación seria necesario algo especial para que me disculpase.
— Lo siento pero no, Jurete. Si te apetece ir, vamos, pero no pienso pedir perdón cuando el agredido he sido yo. El día que te muerda el perro a ti, puedes pedirle perdón — respondí, también con un susurro.
Así que bueno, supongo que la decisión estaba tomada. Jurete ya se había puesto a seguir a la mujer que, por su parte hacia gala de la gran educación que supuestamente yo no tenía sin esperar a que estuviéramos listos para seguirla. Así pues, tuve que levantarme rápidamente y seguir los pasos de ambos.
— Oiga, ¿cómo dice que se llama el perro?
No todos los días uno tenía el discutible privilegio de ser mordido por el perro más importante de todo Kusa no Kuni y estaría bien saber cuál era su nombre para poder contar la batallita en el futuro.
«¿El perro del puto Daimyo? ¡Anda, no me jodas!»
La cosa iba mejorando por momentos. Tanto buscar un puto sitio en el que comer y poder pasar la noche y lo que teníamos que hacer era dejar que ese chucho apestoso me mordiera para obtener nuestro pase a palacio...
»Y ahora, si me acompañáis, os llevaré a la enfermería de palacio, claro que no mereces tal tratamiento.
— Discúlpate ahora mismo — le exigió, en voz baja, para que la anciana no le escuchara —. Me da igual tus modales o tus motivos, la necesitamos para la misión. Vamos a ir a que te curen esa maldita herida, y con suerte, podremos quedarnos ahí y nos ahorraremos el buscar lugar.[/sub]
El discursito del jounin vino precedido por una mirada fulminante y si tuviera jutsus oculares como los que podían tener los Uchiha con el sharingan ese, hubiese caído ahí muerto, pero no era el caso. Lo de Jurete eran las marionetas. Pero bueno, supongo que en aquella situación seria necesario algo especial para que me disculpase.
— Lo siento pero no, Jurete. Si te apetece ir, vamos, pero no pienso pedir perdón cuando el agredido he sido yo. El día que te muerda el perro a ti, puedes pedirle perdón — respondí, también con un susurro.
Así que bueno, supongo que la decisión estaba tomada. Jurete ya se había puesto a seguir a la mujer que, por su parte hacia gala de la gran educación que supuestamente yo no tenía sin esperar a que estuviéramos listos para seguirla. Así pues, tuve que levantarme rápidamente y seguir los pasos de ambos.
— Oiga, ¿cómo dice que se llama el perro?
No todos los días uno tenía el discutible privilegio de ser mordido por el perro más importante de todo Kusa no Kuni y estaría bien saber cuál era su nombre para poder contar la batallita en el futuro.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa