23/07/2019, 22:33
Rao y su mujer dieron la vuelta al escuchar la voz del Inuzuka. Ambos se sorprendieron, pensando que habían cerrado la puerta. De hecho, la mujer del solicitante de la misión se llevó las manos al rostro, quejándose de la situación. Sin embargo el hombre pareció algo mas tranquilo, e incluso inquirió que estaban casi a la entrada, y por tanto no pasaba nada. El hombre se alegró de ver de nuevo a Kito, incluso se levantó y tomó las compras del chico. Así mismo, informó que habían podido alargar un poco el cocido, haciendo de éste un par de raciones mas y que ambos Inuzuka pudiesen comer. Con el beneficio de la cercanía, le susurró que la historia que se había inventado estaba funcionando, su mujer pensaba que tan solo era un ayudante para transportar las mercancías.
—Ah, es genial. Muchas gracias por todo, Rao.
Obviamente, tenía que disimular un poco. Pero antes de que se diese cuenta, la mujer se tomó la libertad de presentarse como supuestamente era debido. Realizó una reverencia, lanzó su nombre y agradeció al chico la ayuda que supuestamente le prestaba a su marido. Sin posibilidad alternativa, Etsu contestó a la reverencia con una reverencia.
—Es todo un placer, Yukari. Su marido y yo hicimos buenas migas —contestó antes de deshacer el gesto.
La mujer no tardó en proponer al chico que tomase asiento, pues el guiso estaba listo y había para todos. Sin demora alguna, Etsu tomaría asiento.
—Muchas gracias.
—Ah, es genial. Muchas gracias por todo, Rao.
Obviamente, tenía que disimular un poco. Pero antes de que se diese cuenta, la mujer se tomó la libertad de presentarse como supuestamente era debido. Realizó una reverencia, lanzó su nombre y agradeció al chico la ayuda que supuestamente le prestaba a su marido. Sin posibilidad alternativa, Etsu contestó a la reverencia con una reverencia.
—Es todo un placer, Yukari. Su marido y yo hicimos buenas migas —contestó antes de deshacer el gesto.
La mujer no tardó en proponer al chico que tomase asiento, pues el guiso estaba listo y había para todos. Sin demora alguna, Etsu tomaría asiento.
—Muchas gracias.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~