30/07/2019, 20:30
Ambos chicos saludaron con propiedad y tomaron asiento, pero el peliblanco comenzó la conversación. Komachi soltó una risa corta, pero en voz alta. No parecía burlona, sólo curiosa.
—Pues sí, pero no. Digamos que gestiono misiones de una ninja novata. Aunque claro, si la oficina de Morikage-sama indica que lo haga con otros, puedo ponerme a ello. ¡Y hablando de ella!
En ese momento apareció su hija en la puerta del local. Vestía una blusa color vino con bordes rosas, sin mangas, como siempre, y un pantalón negro hasta la rodilla. Sus guardabrazos, portaobjetos y wakizashi estaban en el lugar de siempre, a su cintura.
Ranko se detuvo apenas dar un paso y su corazón se aceleró al instante. Vio a su madre en una mesa, sentada con dos chicos.
"Oh, no…" pensó, mientras se acercaba a pasos tímidos y muy cortos. Uno de los chicos tenía cabellos verdes y la bandana a la frente, otro cabellos blancos, muy familiar. Les dedicó una reverencia a todos al llegar a la mesa.
—¡Ran-chan~! —Komachi la saludó con un tono en exceso alegre, y con un movimiento de su mano, para luego indicarle que se sentara a su lado —. ¡Llegas justo a tiempo! Estaba a punto de explicarles la misión. ¡Venga! ¡A que te mueres de la emoción!
Y en efecto, se moría de la emoción. Y la incomodidad, pues su madre no le había informado que tendría una misión, y, aunque ya conocía a Kazuma, el chico peliverde era un desconocido para ella.
—Ahm… Eh… —Y se sentó sin más, posando su vista sobre la mesa.
—Comencemos, entonces~ Ejem.
Komachi desató y desenrolló el pergamino que tenía enfrente y procedió a leerlo. Mientras lo hacía, la chica del local se acercó para servir té en los vasitos de madera de cada uno.
Terminó de leer y enrolló el pergamino de forma habilidosa, con una mano, mas no lo ató, en caso de que los chicos quisieran releerlo.
—Simple, ¿No? Tsukiyama Daigo-kun, Hanamura Kazuma-kun, Sagisō Ranko-chan~. Yo sé que no tienen el nivel de un instructor, pero su experiencia es más cercana a lo que Nubu-kun vivirá al entrar a la Academia. Por eso Handa-san está pidiendo genin. ¿Alguna duda, chicos?
Como otras veces, Ranko no diría nada sino hasta que los otros se expresaran. Sin embargo, el apellido Tsukiyama se le haría familiar, pues King Rōga lo había mencionado tiempo atrás.
"Al menos Kazuma-san también estará aquí… Me tranquiliza."
—Pues sí, pero no. Digamos que gestiono misiones de una ninja novata. Aunque claro, si la oficina de Morikage-sama indica que lo haga con otros, puedo ponerme a ello. ¡Y hablando de ella!
En ese momento apareció su hija en la puerta del local. Vestía una blusa color vino con bordes rosas, sin mangas, como siempre, y un pantalón negro hasta la rodilla. Sus guardabrazos, portaobjetos y wakizashi estaban en el lugar de siempre, a su cintura.
Ranko se detuvo apenas dar un paso y su corazón se aceleró al instante. Vio a su madre en una mesa, sentada con dos chicos.
"Oh, no…" pensó, mientras se acercaba a pasos tímidos y muy cortos. Uno de los chicos tenía cabellos verdes y la bandana a la frente, otro cabellos blancos, muy familiar. Les dedicó una reverencia a todos al llegar a la mesa.
—¡Ran-chan~! —Komachi la saludó con un tono en exceso alegre, y con un movimiento de su mano, para luego indicarle que se sentara a su lado —. ¡Llegas justo a tiempo! Estaba a punto de explicarles la misión. ¡Venga! ¡A que te mueres de la emoción!
Y en efecto, se moría de la emoción. Y la incomodidad, pues su madre no le había informado que tendría una misión, y, aunque ya conocía a Kazuma, el chico peliverde era un desconocido para ella.
—Ahm… Eh… —Y se sentó sin más, posando su vista sobre la mesa.
—Comencemos, entonces~ Ejem.
Komachi desató y desenrolló el pergamino que tenía enfrente y procedió a leerlo. Mientras lo hacía, la chica del local se acercó para servir té en los vasitos de madera de cada uno.
Terminó de leer y enrolló el pergamino de forma habilidosa, con una mano, mas no lo ató, en caso de que los chicos quisieran releerlo.
—Simple, ¿No? Tsukiyama Daigo-kun, Hanamura Kazuma-kun, Sagisō Ranko-chan~. Yo sé que no tienen el nivel de un instructor, pero su experiencia es más cercana a lo que Nubu-kun vivirá al entrar a la Academia. Por eso Handa-san está pidiendo genin. ¿Alguna duda, chicos?
Como otras veces, Ranko no diría nada sino hasta que los otros se expresaran. Sin embargo, el apellido Tsukiyama se le haría familiar, pues King Rōga lo había mencionado tiempo atrás.
"Al menos Kazuma-san también estará aquí… Me tranquiliza."
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