1/08/2019, 19:38
La muchacha se acercó a Daruu. Pasó por delante de él y se sentó en la arena, amontonándola a manazos como palas de una excavadora pero sin conseguir aglutinar nada con forma. Daruu chasqueó la lengua y se acercó a donde había estado construyendo su castillo. Allí había un cubo verde, pequeño, que transportó a donde se sentaba la chiquilla.
—Ayame-san, sin agua no vas a conseguir construir nada —dijo, suspirando. Le puso el cubo delante de la cara—. Es como cuando estás haciendo una masa. ¡Si solo pones harina, no...! Bueno, da igual. El caso, tenemos que recoger un poco de agua. Ahora vue...
Daruu se había dado la vuelta hacia la costa. Ahora estaba lívido, como si hubiera visto un fantasma. Cuando parecía que hacía un sol de muerte, una gran sombra les cubrió.
Una ola gigantesca se abalanzaba sobre ellos.
—AAAAAAAAAAAAAAAAAAglglflglflgffgff
Las fuerzas de la naturaleza les arrollaron. Dejando tras de sí únicamente el lento flotar de un cubito de playa verde.
—Ayame-san, sin agua no vas a conseguir construir nada —dijo, suspirando. Le puso el cubo delante de la cara—. Es como cuando estás haciendo una masa. ¡Si solo pones harina, no...! Bueno, da igual. El caso, tenemos que recoger un poco de agua. Ahora vue...
Daruu se había dado la vuelta hacia la costa. Ahora estaba lívido, como si hubiera visto un fantasma. Cuando parecía que hacía un sol de muerte, una gran sombra les cubrió.
Una ola gigantesca se abalanzaba sobre ellos.
—AAAAAAAAAAAAAAAAAAglglflglflgffgff
Las fuerzas de la naturaleza les arrollaron. Dejando tras de sí únicamente el lento flotar de un cubito de playa verde.