19/08/2019, 17:13
Daruu caminó empapado y llenándose de arena húmeda de la playa, que se le pegaba a los pies como si se tratara de barro. Digamos una cosa de Amedama Daruu: odiaba el barro.
—¡Puaj! —masculló, moviendo los dedos de los pies y haciéndolos chocar contra la arena seca para despegar la mojada—. No te iba a dejar sola, Ayame, quería buscar ayuda. Pero tampoco puedo...
»¿Qué vamos a hacer...? —comenzó, con lágrimas en los ojos.
Amedama Kiroe caminaba con paso decidido hacia la cabaña de la familia Aotsuki. No es que le hiciese mucha gracia, por supuesto. Todavía le dolía el golpe. Todavía le dolía el orgullo. Pero hacía más de una hora y media que Daruu se había ido, y dudaba muchísimo que su hijo pudiera aguantar mucho tiempo en la playa. Había tratado de invocar a los perros, pero el rastro acababa en la playa. En su mano derecha empuñaba un cubo verde de plástico.
—¡Zetsuo! ¡Zetsuo, por favor! —Golpeó la puerta un par de veces. Sabía que la recibirían con mal trato, pero la situación apremiaba.
—¡Puaj! —masculló, moviendo los dedos de los pies y haciéndolos chocar contra la arena seca para despegar la mojada—. No te iba a dejar sola, Ayame, quería buscar ayuda. Pero tampoco puedo...
»¿Qué vamos a hacer...? —comenzó, con lágrimas en los ojos.
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Amedama Kiroe caminaba con paso decidido hacia la cabaña de la familia Aotsuki. No es que le hiciese mucha gracia, por supuesto. Todavía le dolía el golpe. Todavía le dolía el orgullo. Pero hacía más de una hora y media que Daruu se había ido, y dudaba muchísimo que su hijo pudiera aguantar mucho tiempo en la playa. Había tratado de invocar a los perros, pero el rastro acababa en la playa. En su mano derecha empuñaba un cubo verde de plástico.
—¡Zetsuo! ¡Zetsuo, por favor! —Golpeó la puerta un par de veces. Sabía que la recibirían con mal trato, pero la situación apremiaba.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)