31/08/2019, 13:52
—...kuuuugaaAAAAAAAAAAN!!!
Zetsuo, rebosado el límite de su paciencia, se había girado bruscamente hacia un lado, y había girado al águila sobre su propio eje. Desprevenida, Kiroe se vio de pronto flotando en el aire, y luego cayendo, y cayendo...
La pastelera rio divertida y estiró los brazos hacia el cielo. De las manos a los codos se recubrieron con una sustancia pegajosa que se estiró y se dobló hasta aferrarse a las patas del animal. Dos manos artificiales de caramelo de color morado que se asieron con fuerza y la hicieron balancearse como quien vuela con un ala delta. El ave sintió un tirón y perdió unos metros de altura, pero enseguida se estabilizó.
—¡Que te follen, Zetsuo! —gritó Kiroe, pero el tono de voz no acompañaba a la gravedad de su maldición. Evidentemente, se estaba divirtiendo muchísimo.
Zetsuo, rebosado el límite de su paciencia, se había girado bruscamente hacia un lado, y había girado al águila sobre su propio eje. Desprevenida, Kiroe se vio de pronto flotando en el aire, y luego cayendo, y cayendo...
La pastelera rio divertida y estiró los brazos hacia el cielo. De las manos a los codos se recubrieron con una sustancia pegajosa que se estiró y se dobló hasta aferrarse a las patas del animal. Dos manos artificiales de caramelo de color morado que se asieron con fuerza y la hicieron balancearse como quien vuela con un ala delta. El ave sintió un tirón y perdió unos metros de altura, pero enseguida se estabilizó.
—¡Que te follen, Zetsuo! —gritó Kiroe, pero el tono de voz no acompañaba a la gravedad de su maldición. Evidentemente, se estaba divirtiendo muchísimo.