31/08/2019, 14:27
(Última modificación: 31/08/2019, 14:29 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
Algo pasó a toda velocidad junto a él, pero no le prestó mayor atención. Kiroe, desprovista de los vínculos que la unían al águila y atrapada por las garras de la gravedad, comenzó su drástica caída al océano... ¿Aplaudiendo?
Algo pesado cayó encima del águila y de Zetsuo, provocando una nueva sacudida que hizo que Ramu perdiera momentáneamente el delicado equilibrio que separaba el vuelo de la caída libre. Por suerte, o por milagro, el ave fue capaz de remontar.
«¿Pero cómo...?» Se preguntó, chasqueando la lengua con irritación. ¡Aquella mujer era más pesada que una lapa!
—¡Parad! ¡Si seguís así...!
—¿De verdad vas a dejar abandonada a una dama en medio del océano? ¡Qué desconsiderado!
—Tú... —farfulló Zetsuo, aferrándose a los brazos de Kiroe—. Hace mucho... Que dejaste de ser... —Continuó, y sus nudillos crujieron cuando apretó agarre—. ¡¡UNA JODIDA DAMA!!
Y con aquellas últimas palabras, giró sobre sí mismo y dio un fuerte tirón potenciado con su chakra para mandar a la pastelera, literalmente, a volar por su propia cuenta.
Algo pesado cayó encima del águila y de Zetsuo, provocando una nueva sacudida que hizo que Ramu perdiera momentáneamente el delicado equilibrio que separaba el vuelo de la caída libre. Por suerte, o por milagro, el ave fue capaz de remontar.
«¿Pero cómo...?» Se preguntó, chasqueando la lengua con irritación. ¡Aquella mujer era más pesada que una lapa!
—¡Parad! ¡Si seguís así...!
—¿De verdad vas a dejar abandonada a una dama en medio del océano? ¡Qué desconsiderado!
—Tú... —farfulló Zetsuo, aferrándose a los brazos de Kiroe—. Hace mucho... Que dejaste de ser... —Continuó, y sus nudillos crujieron cuando apretó agarre—. ¡¡UNA JODIDA DAMA!!
Y con aquellas últimas palabras, giró sobre sí mismo y dio un fuerte tirón potenciado con su chakra para mandar a la pastelera, literalmente, a volar por su propia cuenta.