2/09/2019, 23:15
(Última modificación: 2/09/2019, 23:50 por Yamanaka Karamaru. Editado 1 vez en total.)
La caminata del Yamanaka se vio interrumpida, otra vez más, por raros vendedores completamente molestos y que seguramente, al igual que el resto, no tenían ni idea de dónde encontrar o siquiera quien era ese tal Asuko Yamato. Karamaru los escucho pacientemente, mirando a ambos mientras hablaban mostrando un gesto de tal vez estar interesado en lo que ofrecían. Miró a la anciana, miró al señor, se tomó su tiempo para contestar.
— Cuchenme una cosa, no me están ofreciendo un mate, no me están ofreciendo un chegusan de milanga, no quiero tu agüita no quiero tu bolo no sé cuanto, pero tal vez les compre si me ayudan con una cosa y así les puedo ofrecer mi gran paladar para definir su aparente competencia. Escuchen bien, piensen en esto, ¿conocen por esas casualidades de la vida a un tal Asuko Yamato? Asuko Yamato…— se repitió siendo más claro acentuando las palabras.
— Piensen bien, ¿eh?, que es importante. Y si alguno sabe les compró lo que sea la mierda que quieran comprarme.
Esperando la respuesta el amejin vio de reojo a la mujer que estaba antes conversando con los dos locos que se le habían acercado, seguramente aguardaba su momento para encararlo sola y ofrecerle hojitas del suelo, porque en ese lugar no faltaban cosas que te quieran vender. Karamaru, inteligente matando tres pájaros de un tiro, movió primero.
— ¡EH! ¡VOS! ¡CUCHAME UNA COSA MUJER! ¡SI, VOS!— gritaba fuerte mientras la señalaba— ¿¡TENÉS IDEA DE DÓNDE MIERDA ESTA EL BOLUDO ESTE DE ASUKO YAMATO!? SI SABES TE COMPRO CUALQUIER PORONGA QUE ESTES VENDIENDO.
Poca atención le había dado al hitai-ate que llevaba en el cuello la señorita.
— Cuchenme una cosa, no me están ofreciendo un mate, no me están ofreciendo un chegusan de milanga, no quiero tu agüita no quiero tu bolo no sé cuanto, pero tal vez les compre si me ayudan con una cosa y así les puedo ofrecer mi gran paladar para definir su aparente competencia. Escuchen bien, piensen en esto, ¿conocen por esas casualidades de la vida a un tal Asuko Yamato? Asuko Yamato…— se repitió siendo más claro acentuando las palabras.
— Piensen bien, ¿eh?, que es importante. Y si alguno sabe les compró lo que sea la mierda que quieran comprarme.
Esperando la respuesta el amejin vio de reojo a la mujer que estaba antes conversando con los dos locos que se le habían acercado, seguramente aguardaba su momento para encararlo sola y ofrecerle hojitas del suelo, porque en ese lugar no faltaban cosas que te quieran vender. Karamaru, inteligente matando tres pájaros de un tiro, movió primero.
— ¡EH! ¡VOS! ¡CUCHAME UNA COSA MUJER! ¡SI, VOS!— gritaba fuerte mientras la señalaba— ¿¡TENÉS IDEA DE DÓNDE MIERDA ESTA EL BOLUDO ESTE DE ASUKO YAMATO!? SI SABES TE COMPRO CUALQUIER PORONGA QUE ESTES VENDIENDO.
Poca atención le había dado al hitai-ate que llevaba en el cuello la señorita.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘ Telepatía ◘