5/09/2019, 16:22
—Gracias, Manase-san.
Parecía que el gesto que había tenido el médico fue bien recibido por su compañero. Eso le alegraba, no siempre la gente se alegraba de que le invitaran cosas.
La cochera ingresó en el recinto momentos después, se puso a su lado y comenzó el check-in. Una mirada rápida podría bastar para saber más sobre la fémina, data sensible que quizás no revelaría en una conversación normal. Pero lo cierto era que no estaba muy interesado en eso.
Mogura guardó el cambio del billete en su billetera y la llave de su habitación, la 7.
Camino a las habitaciones, la cochera y su compañero tuvieron un intercambio de comentarios con respecto al viaje que no dejaba de evidenciar que tenían una relación de un buen tiempo atrás, o como mínimo una relación bastante fuerte. No pudo evitar sentirse ajeno a la escena, aunque pensaba como Hidamaru, no tenía intención alguna de soltar su comentario. La otra alternativa que tenían de viajar era a pie y eso los tendría aún en el camino.
—Bueno, ejem, ¿qué os parece si nos vemos en el comedor para cenar en media hora? No voy a deshacer el petate, pero sí quiero darme una ducha primero.
El médico le miró y pensó un segundo en como hacer para declinar la oferta de la manera más educada que tuviese en su repertorio. Pero por alguna razón, quizás queriendo enmendar las cosas, simplemente dijo:
—Me parece bien, nos vemos ahí.
Y siguió su camino a su habitación.
Parecía que el gesto que había tenido el médico fue bien recibido por su compañero. Eso le alegraba, no siempre la gente se alegraba de que le invitaran cosas.
La cochera ingresó en el recinto momentos después, se puso a su lado y comenzó el check-in. Una mirada rápida podría bastar para saber más sobre la fémina, data sensible que quizás no revelaría en una conversación normal. Pero lo cierto era que no estaba muy interesado en eso.
Mogura guardó el cambio del billete en su billetera y la llave de su habitación, la 7.
Camino a las habitaciones, la cochera y su compañero tuvieron un intercambio de comentarios con respecto al viaje que no dejaba de evidenciar que tenían una relación de un buen tiempo atrás, o como mínimo una relación bastante fuerte. No pudo evitar sentirse ajeno a la escena, aunque pensaba como Hidamaru, no tenía intención alguna de soltar su comentario. La otra alternativa que tenían de viajar era a pie y eso los tendría aún en el camino.
—Bueno, ejem, ¿qué os parece si nos vemos en el comedor para cenar en media hora? No voy a deshacer el petate, pero sí quiero darme una ducha primero.
El médico le miró y pensó un segundo en como hacer para declinar la oferta de la manera más educada que tuviese en su repertorio. Pero por alguna razón, quizás queriendo enmendar las cosas, simplemente dijo:
—Me parece bien, nos vemos ahí.
Y siguió su camino a su habitación.
Hablo - Pienso