24/09/2019, 02:25
La Reina del Océano podía sacarse de encima a dos, tres, o incluso cuatro orcas sin el menor de los problemas. Cada diente suyo cortaba como una katana; cada mordedura tenía la fuerza de una montaña cayendo sobre otra; y cada embestida pegaba con la fuerza del mismísimo océano. Pero su gran tamaño traía también un inconveniente: el mismo que le ocurría al tiburón ballena. Ella era mucho más rápida, y su tamaño no podía compararse al llamado Maestro, pero tenía dificultades cuando tantas le rodeaban para proteger su cola.
En aquellos momentos, Osuushi estaba siendo retenido por lo que parecía un Genjutsu auditivo. Algo había que reconocerle a las orcas: eran adversarios terribles. En igualdad de condiciones, y de números, la balanza hubiese estado mucho más igualada. Quizá incluso inclinada hacia el bando contrario.
Kaido llegó como una apisonadora arramblando con todo. Le quitó de encima a tres orcas a la Reina, y cuando esta se dio la vuelta —alarmada por la súbita corriente que llegó hasta ella—, se dio cuenta que Kaido las había matado de una jodida embestida. Al mismo tiempo.
El tremendo ataque hizo que Kaido volviese a la normalidad.
—¡Al final ibas a tener razón, Kaido! —se carcajeó, antes de que sus ojos volviesen a ver sangre.
De un rápido coletazo, se abalanzó sobre Kaido, abrió la boca y…
… la cerró a escasos centímetros de él, lo justo para segar la cabeza de una orca que quería aprovechar para atacarle por la espalda. El cuerpo decapitado siguió agitándose en el agua, nadando sin rumbo y con la coleta dando violentos coletazos hasta que finalmente se perdió en la inmensidad del océano rojo. La Reina escupió la cabeza, que quedó flotando en el agua.
Pertenecía a Battaria.
—¡Dejad a uno con vida! ¡¡¡DEJAD A UNO CON VIDA!!! —ordenó con ímpetu, sabiendo que era difícil frenar la sed de sangre de los suyos una vez empezaba la batalla. Aunque, más que empezada... aquello estaba a punto de terminar.
Battaria estaba muerta; el ataque a la Reina no había tenido éxito. Las pocas orcas que quedaban se supieron vencidas. Derrotadas. Su final había llegado y tan solo les quedaba anunciar su muerte, con la esperanza de que alguno de sus retoños y las madres que habían quedado con ellos en las Aguas de las Nutrias Perdidas lo oyesen. Solo así escaparían a tiempo de aquella barbarie.
En aquellos momentos, Osuushi estaba siendo retenido por lo que parecía un Genjutsu auditivo. Algo había que reconocerle a las orcas: eran adversarios terribles. En igualdad de condiciones, y de números, la balanza hubiese estado mucho más igualada. Quizá incluso inclinada hacia el bando contrario.
Kaido llegó como una apisonadora arramblando con todo. Le quitó de encima a tres orcas a la Reina, y cuando esta se dio la vuelta —alarmada por la súbita corriente que llegó hasta ella—, se dio cuenta que Kaido las había matado de una jodida embestida. Al mismo tiempo.
El tremendo ataque hizo que Kaido volviese a la normalidad.
—¡Al final ibas a tener razón, Kaido! —se carcajeó, antes de que sus ojos volviesen a ver sangre.
De un rápido coletazo, se abalanzó sobre Kaido, abrió la boca y…
… la cerró a escasos centímetros de él, lo justo para segar la cabeza de una orca que quería aprovechar para atacarle por la espalda. El cuerpo decapitado siguió agitándose en el agua, nadando sin rumbo y con la coleta dando violentos coletazos hasta que finalmente se perdió en la inmensidad del océano rojo. La Reina escupió la cabeza, que quedó flotando en el agua.
Pertenecía a Battaria.
—¡Dejad a uno con vida! ¡¡¡DEJAD A UNO CON VIDA!!! —ordenó con ímpetu, sabiendo que era difícil frenar la sed de sangre de los suyos una vez empezaba la batalla. Aunque, más que empezada... aquello estaba a punto de terminar.
Battaria estaba muerta; el ataque a la Reina no había tenido éxito. Las pocas orcas que quedaban se supieron vencidas. Derrotadas. Su final había llegado y tan solo les quedaba anunciar su muerte, con la esperanza de que alguno de sus retoños y las madres que habían quedado con ellos en las Aguas de las Nutrias Perdidas lo oyesen. Solo así escaparían a tiempo de aquella barbarie.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado