24/09/2019, 15:07
-¡Que sean dos, por favor! ¡Y avíseme cuando tenga el yakitori!¡Otros 2 platos! Si Cuervo no quería, ya daría él cuenta de los 2.
El muchacho pasó la respuesta a su pregunta casi por alto, concentrado en ver como su jugada era contrarrestada y revertida por su oponente. Aunque la respuesta le sonó forzada, no dio mayor importancia. Principalmente porque su rival acababa de privarle de otra de sus piezas.
“Mierda, este tío es más listo de lo que aparenta” miró a su rival mientras encendía un cigarro, y se sorprendió cuando le ofreció.
-Emmm.. Se quedó dudando si fumar o no. “Joder, decídete tío” Había visto fumar a otros, y nunca le despertó la curiosidad que tenía hoy. -Si, nunca es tarde para probar. ¿Tú fumas desde hace mucho? Tomaría de Cuervo el cigarro que le ofrecía.
Este pequeño parón, daría tiempo a su cabecita de pensar como darle la vuelta a la partida. Mirando el tablero, la cosa estaba empezando a torcerse. La experiencia de su rival empezaba a ponerse en su contra, e intentar desviar su atención del juego con otras preguntas no lo había hecho dudar. “Joder, desde aquí tengo poco que hacer. Al menos estoy aprendiendo” se consoló.
Bien visto, era un juego de estrategia, y él apenas tenía experiencia mientras que Cuervo… digamos que se le veía bastante más curtido en la vida.
Había pedido de comer, pero sinceramente le preocupaba más la bebida ahora mismo. Beber pequeños tragos de te le ayudaba a estar algo más relajado. Miró de reojo y vio como el cocinero vertía el agua caliente. Ya mismo estaría aquí.
“No se me ocurre como contrarrestar eso… olvídalo, vamos al ataque. Si consigo convertir un par de piezas en generales…” Movió su mano. La paró en el aire, se tomó un par de segundos e hizo su movimiento.
-Bueno Cuervo. Pase lo que pase, me alegro de haber venido aquí hoy. Esta partida está resultándome muy divertida, y no suelo conocer a mucha gente. No se me da especialmente bien. Por cierto, ¿vienes mucho por la zona?
Observó de nuevo el tablero. La verdad es que, para no practicar mucho, estaba presentando batalla. Intentaba analizar el patrón de su oponente, pero este parecía jugar más de un juego en cada movimiento. Repasando los movimientos que recordaba, tenía la sensación de haber ido a rebufo todo el tiempo.
El muchacho pasó la respuesta a su pregunta casi por alto, concentrado en ver como su jugada era contrarrestada y revertida por su oponente. Aunque la respuesta le sonó forzada, no dio mayor importancia. Principalmente porque su rival acababa de privarle de otra de sus piezas.
“Mierda, este tío es más listo de lo que aparenta” miró a su rival mientras encendía un cigarro, y se sorprendió cuando le ofreció.
-Emmm.. Se quedó dudando si fumar o no. “Joder, decídete tío” Había visto fumar a otros, y nunca le despertó la curiosidad que tenía hoy. -Si, nunca es tarde para probar. ¿Tú fumas desde hace mucho? Tomaría de Cuervo el cigarro que le ofrecía.
Este pequeño parón, daría tiempo a su cabecita de pensar como darle la vuelta a la partida. Mirando el tablero, la cosa estaba empezando a torcerse. La experiencia de su rival empezaba a ponerse en su contra, e intentar desviar su atención del juego con otras preguntas no lo había hecho dudar. “Joder, desde aquí tengo poco que hacer. Al menos estoy aprendiendo” se consoló.
Bien visto, era un juego de estrategia, y él apenas tenía experiencia mientras que Cuervo… digamos que se le veía bastante más curtido en la vida.
Había pedido de comer, pero sinceramente le preocupaba más la bebida ahora mismo. Beber pequeños tragos de te le ayudaba a estar algo más relajado. Miró de reojo y vio como el cocinero vertía el agua caliente. Ya mismo estaría aquí.
“No se me ocurre como contrarrestar eso… olvídalo, vamos al ataque. Si consigo convertir un par de piezas en generales…” Movió su mano. La paró en el aire, se tomó un par de segundos e hizo su movimiento.
-Bueno Cuervo. Pase lo que pase, me alegro de haber venido aquí hoy. Esta partida está resultándome muy divertida, y no suelo conocer a mucha gente. No se me da especialmente bien. Por cierto, ¿vienes mucho por la zona?
Observó de nuevo el tablero. La verdad es que, para no practicar mucho, estaba presentando batalla. Intentaba analizar el patrón de su oponente, pero este parecía jugar más de un juego en cada movimiento. Repasando los movimientos que recordaba, tenía la sensación de haber ido a rebufo todo el tiempo.