25/09/2019, 02:44
«¿Y qué será eso, a ver? ¿alguna letra pequeña del contrato, acaso? ¿ahora mi alma les pertenece o algo por el estilo?»
Pero lo que le soltó el escualo no pudo estar más lejos de sus maquinaciones. Por el contrario, lo que la Reina había omitido era el voto de confianza que se había ganado Kaido por sus méritos en combate y que por tanto le habían convertido por unanimidad en la persona designada para portar con él el Gran Pergamino. Así pues siendo el pergamino ahora de su propiedad, dependía de él quién podía firmar el pacto con la Familia Same y quién no. Pero si iba a concederlo, debía ser a alguien que realmente lo mereciera.
En silencio, el escualo cogió el pergamino y se lo colgó a la espalda, a nivel de la cintura.
—Le daré buen uso, no te preocupes —soltó, antes de despedirse de Osuushi y afrontar, ahora, un nuevo destino.
¿Siguiente parada?
Pero lo que le soltó el escualo no pudo estar más lejos de sus maquinaciones. Por el contrario, lo que la Reina había omitido era el voto de confianza que se había ganado Kaido por sus méritos en combate y que por tanto le habían convertido por unanimidad en la persona designada para portar con él el Gran Pergamino. Así pues siendo el pergamino ahora de su propiedad, dependía de él quién podía firmar el pacto con la Familia Same y quién no. Pero si iba a concederlo, debía ser a alguien que realmente lo mereciera.
En silencio, el escualo cogió el pergamino y se lo colgó a la espalda, a nivel de la cintura.
—Le daré buen uso, no te preocupes —soltó, antes de despedirse de Osuushi y afrontar, ahora, un nuevo destino.
¿Siguiente parada?
Ryūgū-jō