25/09/2019, 18:39
(Última modificación: 25/09/2019, 18:42 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Se tuvo que detener en su interpretación al escuchar una molesta voz tras de sí, girando su cuello de forma mecánica lentamente para darse cuenta de quién fue el osado que acababa de interrumpir su presentación. Sus ojos se mantenían ocultos bajo el cristal oscuro, pero aún así la leve Iluminación permitía divisar una mirada afilada de pura ira. Una ira encadenada únicamente por su temple. "Me lleva la gran puta..." Lo tenía a tiro perfecto, le bastaba un solo codazo para mandarlo rocas abajo, pero si algo había ganado en ese año, era carácter. Por un momento deseó que no fuera así, pues su corazón le pedía a gritos que no se contuviera. Sin embargo, se limitó a sonreír descaradamente aún cuando parecía más una expresión asesina.
—¿Rajarla, dices?... Abandonar a quienes amo, el juramento de mi clan, vivir con la incertidumbre de ser cazado y que la muerte me acechará en cada esquina hasta el último de mis días. ¿Esa es tu idea de ser libre? Me preocupa un poco tu concepto de "libertad"— Se giró lentamente para encararlo frente a frente. —Es de mala educación interrumpir a alguien, así que si ni siquiera te vas a disculpar mejor lárgate antes de que me arrepienta de no haberte golpeado cuando pude... Porque no voy a estar tranquilo hasta que lo consiga y no quiero pasar a mayores— Apretaba los dientes con cada palabra sin dejar de alzar las comisuras de los labios.
Fue honesto, cómo siempre lo era. Mantenía una postura relajada con la mano zurda por sobre el brazo de Otome y con la diestra en la cintura. Difícilmente podías decir si estaba calmado o en alerta, o quizás una rara combinación de ambas.
—¿Rajarla, dices?... Abandonar a quienes amo, el juramento de mi clan, vivir con la incertidumbre de ser cazado y que la muerte me acechará en cada esquina hasta el último de mis días. ¿Esa es tu idea de ser libre? Me preocupa un poco tu concepto de "libertad"— Se giró lentamente para encararlo frente a frente. —Es de mala educación interrumpir a alguien, así que si ni siquiera te vas a disculpar mejor lárgate antes de que me arrepienta de no haberte golpeado cuando pude... Porque no voy a estar tranquilo hasta que lo consiga y no quiero pasar a mayores— Apretaba los dientes con cada palabra sin dejar de alzar las comisuras de los labios.
Fue honesto, cómo siempre lo era. Mantenía una postura relajada con la mano zurda por sobre el brazo de Otome y con la diestra en la cintura. Difícilmente podías decir si estaba calmado o en alerta, o quizás una rara combinación de ambas.