26/09/2019, 12:55
Por lo visto era un cachondo el bueno del señor feudal. Tuvo que recordar la dantesca escena del maníaco ese de Amegakure y su juego macabro de los senbons. Apreté los puños con cierta rabia al recordarlo, pero no contesté. Supo que si lo hacía la cosa acabaría mal y tuve que morderme la lengua.
En su lugar, seguimos a Yamauchi hasta estar alejados de la zona, concretamente tras el gran portón de la sala de audiencias.
—[sub=hotpink]Os juro que a veces me gustaría estrangularlo... pero es mi señor. Tengo que reírle todas las gracias. Cuando pilla una gripe se vuelve extremadamente insoportable durante unos días. ¿Os gusta el palacio? ¿Necesitáis algo en especial? ¿Que os acompañe a la habitación?
«¿Solo a veces? es más... ¿solo a él? porque ese chucho endemoniado me produce cáncer de ojos...»
De nuevo, todo me lo dije para mis adentros, tocaba de hacer de gennin listo aunque uno no destacase precisamente por eso.
— Si, el palacio es maravilloso, aunque es tan grande que es difícil saber donde se está. Sería de agradecer su ayuda para guiarnos un poco. — admitió el marionetista. Después, se dirigió a su compañero —. ¿Qué opinas Yota? ¿Regresamos a la habitación, o vamos al dojo donde tendremos que pelear? Quizá podríamos familiarizarnos con el campo.
Fue Juro quién rompió el silencio. Y si, lo del mapa no tenía pinta de mala idea.
— Pues no sé, eres tú el jounin y no yo. Las decisiones debes tomarlas tú
En su lugar, seguimos a Yamauchi hasta estar alejados de la zona, concretamente tras el gran portón de la sala de audiencias.
—[sub=hotpink]Os juro que a veces me gustaría estrangularlo... pero es mi señor. Tengo que reírle todas las gracias. Cuando pilla una gripe se vuelve extremadamente insoportable durante unos días. ¿Os gusta el palacio? ¿Necesitáis algo en especial? ¿Que os acompañe a la habitación?
«¿Solo a veces? es más... ¿solo a él? porque ese chucho endemoniado me produce cáncer de ojos...»
De nuevo, todo me lo dije para mis adentros, tocaba de hacer de gennin listo aunque uno no destacase precisamente por eso.
— Si, el palacio es maravilloso, aunque es tan grande que es difícil saber donde se está. Sería de agradecer su ayuda para guiarnos un poco. — admitió el marionetista. Después, se dirigió a su compañero —. ¿Qué opinas Yota? ¿Regresamos a la habitación, o vamos al dojo donde tendremos que pelear? Quizá podríamos familiarizarnos con el campo.
Fue Juro quién rompió el silencio. Y si, lo del mapa no tenía pinta de mala idea.
— Pues no sé, eres tú el jounin y no yo. Las decisiones debes tomarlas tú
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa