Estaba sangrando bastante pero no parecía que a Karamaru le molestase demasiado. Hacía bastante que no entraba en combate con otra persona y por suerte lo había hecho. Tenía sus vendajes negros cortados por la herida pero eso tampoco le importaba. Estaba recostado en la arena mirando las estrellas pensando que tal vez sería buena idea tapar la lastimadura cuanto antes. Llegó a mirar a Kazuma de reojo que se encontraba un poco perdido, parecía como que todavía seguía en la batalla esperando por más.
Pero al parecer se había dado cuenta que todo había terminado, rápido, pero terminado al fin y al cabo. Cuando lo vio acercarse separó su espalda del suelo y apoyo sus brazos sobre sus rodillas, sentado.
Al menos salimos bien parados y nos entretuvimos un rato- le dijo Kazuma. Unas palabras reconfortantes para darnos cuenta que tal vez para el calvo no había sido tan fácil. El no entrar en contacto durante un tiempo le había pasado factura y además le había dado la oportunidad de darse cuenta de otra cosa.
Pocas veces, capaces de contarse con los dedos de una mano, se entregó por completo a un entrenamiento sin luz. Estaba acostumbrado a ver a sus oponentes y sus armas y por eso tenía unos cuantos cortes que rasgaron su ropa y marcaron su piel.
Salimos bien parados, pero todavía me pregunto por qué se habrán ido. Supongo que porque vieron que no tenían elección y la verdad no parecían la gran cosa, pero alguno de ellos se movió lo suficientemente rápido para hacer este corte y que yo no me enterara. Encima es un profundo.
Supongo que nunca hay que subestimar al otro ¿No?
Pero de nuevo Kazuma se acercaba a la fogata que habían armado con anterioridad, antes de entrar en el fragor de la batalla. Tras buscar algo un tiempo, se agachó tomó algo y lo volvió a tirar.
«¿Qué habrá tomado?» se preguntó interesado. «Tal vez sea solo una piedrita. Seguro estaba buscando algún resto de esos hombres, mejor me despreocupo»
Como si estuviese patrullando, el peliblanco volvió a la posición de Karamaru y lo invitó a ir a la aldea, obviamente para curarse, que ya esa herida le empezaba a molestar. Con la misma obviedad, el calvo aceptó y se levantó lentamente.
Eso fue rápido y me dejo con bastante adrenalina. Me dolerá el brazo pero todavía puedo correr- dijo mientras se acercaba a su mochila y guardaba todo menos su carpa y su bolsa de dormir- ¿Por qué no guardas tus cosas rápido? Deja la carpa y mi bolsa de dormir ya las vendré a buscar mas tarde. ¿Te juegas una carrera hasta el pueblo?
Lo reto ya preparándose para correr por si Kazuma tenía planeado empezar sin él. No hubo una batalla muy larga pero eso no quitaba que se podrían divertir de otra forma.
Pero al parecer se había dado cuenta que todo había terminado, rápido, pero terminado al fin y al cabo. Cuando lo vio acercarse separó su espalda del suelo y apoyo sus brazos sobre sus rodillas, sentado.
Al menos salimos bien parados y nos entretuvimos un rato- le dijo Kazuma. Unas palabras reconfortantes para darnos cuenta que tal vez para el calvo no había sido tan fácil. El no entrar en contacto durante un tiempo le había pasado factura y además le había dado la oportunidad de darse cuenta de otra cosa.
Pocas veces, capaces de contarse con los dedos de una mano, se entregó por completo a un entrenamiento sin luz. Estaba acostumbrado a ver a sus oponentes y sus armas y por eso tenía unos cuantos cortes que rasgaron su ropa y marcaron su piel.
Salimos bien parados, pero todavía me pregunto por qué se habrán ido. Supongo que porque vieron que no tenían elección y la verdad no parecían la gran cosa, pero alguno de ellos se movió lo suficientemente rápido para hacer este corte y que yo no me enterara. Encima es un profundo.
Supongo que nunca hay que subestimar al otro ¿No?
Pero de nuevo Kazuma se acercaba a la fogata que habían armado con anterioridad, antes de entrar en el fragor de la batalla. Tras buscar algo un tiempo, se agachó tomó algo y lo volvió a tirar.
«¿Qué habrá tomado?» se preguntó interesado. «Tal vez sea solo una piedrita. Seguro estaba buscando algún resto de esos hombres, mejor me despreocupo»
Como si estuviese patrullando, el peliblanco volvió a la posición de Karamaru y lo invitó a ir a la aldea, obviamente para curarse, que ya esa herida le empezaba a molestar. Con la misma obviedad, el calvo aceptó y se levantó lentamente.
Eso fue rápido y me dejo con bastante adrenalina. Me dolerá el brazo pero todavía puedo correr- dijo mientras se acercaba a su mochila y guardaba todo menos su carpa y su bolsa de dormir- ¿Por qué no guardas tus cosas rápido? Deja la carpa y mi bolsa de dormir ya las vendré a buscar mas tarde. ¿Te juegas una carrera hasta el pueblo?
Lo reto ya preparándose para correr por si Kazuma tenía planeado empezar sin él. No hubo una batalla muy larga pero eso no quitaba que se podrían divertir de otra forma.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘