29/09/2019, 00:49
Yamauchi seguía asistiendo atónita al intercambio de desafíos y de advertencias, respectivamente, que se lanzaban Yota y Juro el uno al otro. Para bien o para mal, la líder de los mayordomos y del servicio de Palacio había decidido ignorar el asunto y darlo por batalla perdida. Tan sólo esperaba que no construyesen el mismo espectáculo delante del Señor Feudal. Aunque no le habría sorprendido si el propio Gyou hubiera disfrutado de la rencilla.
— Le agradeceríamos mucho si pudiera llevarnos al dojo donde vamos a pelear —solicitó Juro cuando hubieron acabado.
Yamauchi hizo una pequeña reverencia.
—De acuerdo, aunque yo no lo llamaría exactamente dojo —contestó—. Seguidme.
La mujer les condujo alrededor de los pasillos y subiendo varios tramos de escaleras. Las paredes del domo se curvaban cada vez más, indicando que se encontraban cerca de la cima. El último piso, quizás. De hecho, tras el último tramo, se toparon con un pasillo bastante corto. La única salida era una gran puerta hacia el interior. Yamauchi la empujó y reveló un gran área exterior. Una terraza que había sido modificada hasta convertirla en todo un estadio. ¿A cuántos "amigos" había invitado el Señor Feudal?
—Aquí es.
Hasta habían plantado césped en el suelo, para imitar los estadios de combates de las Villas.
—Gyou-sama es un auténtico fan del Torneo de los Dojos y de los exámenes de Chuunin... Hizo construir esto aquí recientemente. Y pretende celebrar sus propios certámenes. El vuestro es el primero. Una especie de inauguración del sitio.
— Le agradeceríamos mucho si pudiera llevarnos al dojo donde vamos a pelear —solicitó Juro cuando hubieron acabado.
Yamauchi hizo una pequeña reverencia.
—De acuerdo, aunque yo no lo llamaría exactamente dojo —contestó—. Seguidme.
La mujer les condujo alrededor de los pasillos y subiendo varios tramos de escaleras. Las paredes del domo se curvaban cada vez más, indicando que se encontraban cerca de la cima. El último piso, quizás. De hecho, tras el último tramo, se toparon con un pasillo bastante corto. La única salida era una gran puerta hacia el interior. Yamauchi la empujó y reveló un gran área exterior. Una terraza que había sido modificada hasta convertirla en todo un estadio. ¿A cuántos "amigos" había invitado el Señor Feudal?
—Aquí es.
Hasta habían plantado césped en el suelo, para imitar los estadios de combates de las Villas.
—Gyou-sama es un auténtico fan del Torneo de los Dojos y de los exámenes de Chuunin... Hizo construir esto aquí recientemente. Y pretende celebrar sus propios certámenes. El vuestro es el primero. Una especie de inauguración del sitio.
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