2/10/2019, 04:22
Lo primero que le recibiría dentro de aquella morada sería un lamento, uno cargado de agonía y dolor. Adentro los cristales estaban desperdigados y los muebles fueron lanzados con violencia a los costados para dejar pasos. En el fondo de la casa se encontraría con un hombre anciano que rondaba por encima de los sesenta años, sangrando por todo el rostro y cubriéndose la cara con ambas manos. Estaba arrodillado en el fondo de la habitación y no era posible apreciar su rostro entre la oscuridad.
—¡MAAAAAARAAAA! ¡MAAAAAARAAA!— Gritaba con toda la desesperación del mundo, hasta que vió al shinobi entrar a su ahora desgarrado hogar. —¡SE LLEVÓ A MAAAAAARAAA!— el hombre finalmente descubrió su rostro y ahora era posible apreciar que había recibido un zarpazo en toda la cara con tal fuerza, que incluso su globo ocular derecho estaba completamente dañado y seguramente nunca iba a poder recuperar su luz. —¡SALVA A MARA!
El hombre se arrastró desesperadamente hasta los pies del Uchiha, intentando incluso abrazar sus piernas.
»¡POR FAVOR! ¡MI ESPOSA MARA!
—¡MAAAAAARAAAA! ¡MAAAAAARAAA!— Gritaba con toda la desesperación del mundo, hasta que vió al shinobi entrar a su ahora desgarrado hogar. —¡SE LLEVÓ A MAAAAAARAAA!— el hombre finalmente descubrió su rostro y ahora era posible apreciar que había recibido un zarpazo en toda la cara con tal fuerza, que incluso su globo ocular derecho estaba completamente dañado y seguramente nunca iba a poder recuperar su luz. —¡SALVA A MARA!
El hombre se arrastró desesperadamente hasta los pies del Uchiha, intentando incluso abrazar sus piernas.
»¡POR FAVOR! ¡MI ESPOSA MARA!