6/10/2019, 17:30
Parecía que el médico se había tomado su tiempo, pero finalmente acompaño a los demás con su presencia en el salón. Se notaba que el verano causaba esa diferencia de un par de grados de temperatura que a lo mejor solo los autóctonos y algunos visitantes frecuentes podían percibir. El lugar rebozaba con vida y el ambiente caliento también resultaba acogedor.
La dupla que lo acompañaba estaba ubicada al otro lado del salón, cerca del fuego. Mogura avanzó en la dirección de estos cuando fue llamado con un gesto de mano.
El médico llevaba un atuendo mucho más relajado ya a esas alturas del día, como si fuese un oficinista luego de su jornada del trabajo, a punto de sentarse a beber con sus colegas. Ya no tenía puesto su chaleco de vestir, el abrigo lo había dejado en la habitación pues la temperatura no lo justificaba, tan solo su camisa, corbata y el chaleco militar bajo el brazo como si fuese un saco que ya no tenía ganas de cargar puesto.
La manera de hablar de la cochera lo tomó ligeramente por sorpresa, pero probablemente por el cansancio que cargaba del viaje. No demoró mucho más en esbozar una ligera sonrisa y asentir ligeramente con la cabeza mientras tomaba asiento, colgando antes el chaleco en el respaldo de la silla.
—¡No pasa nada! Disculpen la demora.
Exclamó el médico segundos antes de que se manifestase el mozo.
Yuuki estaba mas que conforme con su elección de bebida, no se le podía negar después de semejante día de trabajo. El médico había posado sus ojos sobre la pinta de la cochera, y estos solo se movieron cuando el Kaguya pidió su bebida.
—Supongo que es un poco temprano todavía para algo más fuerte, que sean dos de ese té.
Comentó y ordenó con una ligera sonrisa al muchacho, sonrisa que luego derivó en un pequeño suspiro volviendo la mirada a su compañero. Le habría costado rechazar un poco de alcohol a esas horas.
—Kurogane-san, has visitado este lugar en el pasado ¿no es así? ¿Qué recomendarías del menú?
La dupla que lo acompañaba estaba ubicada al otro lado del salón, cerca del fuego. Mogura avanzó en la dirección de estos cuando fue llamado con un gesto de mano.
El médico llevaba un atuendo mucho más relajado ya a esas alturas del día, como si fuese un oficinista luego de su jornada del trabajo, a punto de sentarse a beber con sus colegas. Ya no tenía puesto su chaleco de vestir, el abrigo lo había dejado en la habitación pues la temperatura no lo justificaba, tan solo su camisa, corbata y el chaleco militar bajo el brazo como si fuese un saco que ya no tenía ganas de cargar puesto.
La manera de hablar de la cochera lo tomó ligeramente por sorpresa, pero probablemente por el cansancio que cargaba del viaje. No demoró mucho más en esbozar una ligera sonrisa y asentir ligeramente con la cabeza mientras tomaba asiento, colgando antes el chaleco en el respaldo de la silla.
—¡No pasa nada! Disculpen la demora.
Exclamó el médico segundos antes de que se manifestase el mozo.
Yuuki estaba mas que conforme con su elección de bebida, no se le podía negar después de semejante día de trabajo. El médico había posado sus ojos sobre la pinta de la cochera, y estos solo se movieron cuando el Kaguya pidió su bebida.
—Supongo que es un poco temprano todavía para algo más fuerte, que sean dos de ese té.
Comentó y ordenó con una ligera sonrisa al muchacho, sonrisa que luego derivó en un pequeño suspiro volviendo la mirada a su compañero. Le habría costado rechazar un poco de alcohol a esas horas.
—Kurogane-san, has visitado este lugar en el pasado ¿no es así? ¿Qué recomendarías del menú?
Hablo - Pienso